El incómodo momento que Lena ha vivido en ‘First Dates’: "¿Estás bien?"

Nunca es tarde para encontrar el amor. No hay que rendirse, tengas la edad que tengas. Robert (46 años), un arquitecto técnico de Sabadell, Barcelona, es un ejemplo de superación. "En el amor, no lo he tenido fácil porque he intentado relacionarme con muchas chicas y nunca me han dado pie a establecer una relación. De momento, no he dado el segundo paso porque quizá me gusta gente pero no soy correspondido", le ha confesado a Carlos Sobera (64 años) a su llegada a ‘First Dates’. 

El arquitecto, detrás de cámaras, ha comentado que su físico podría el motivo por el que le aparten. "Me siento un poco marginado porque, por más que yo intente, no me dan ni la primera opción a conocernos", ha añadido, confesando que es virgen.

Aunque apesadumbrado, sigue ilusionado con la idea de que un día aparezca su gran amor. Como señal de fe y de optimismo, le ha traído a su cita de 'First Dates' un regalo: unos patucos para que sepa que quiere tener hijos. "Me gustaría, me haría mucha ilusión tener hijos. Además, tengo antecedentes familiares de gemelas en la familia”, ha admitido el soltero. 

Cuando Anna-Lena (35 años), una profesora alemana que reside en Málaga, ha abierto el regalo le ha encantado el hecho de que su cita quiera tener hijos. Pero aún tenía que conocerle. No le ha defraudado. Le ha parecido “un hombre formal y que se cuida”. A Robert también le ha gustado la alemana “por sus ojos, sus manos y su pelo y, sobre todo, por su elegancia”. 

Esa ilusión del primer contacto se ha empezado a difuminar por parte de Lena cuando Robert se ha puesto a llorar al principio de la cita. Al contarle un poco más sobre su regalo, le ha confesado que su madre tenía una gemela, su tía, quien falleció de un cáncer. El soltero no ha podido evitar emocionarse, como es lógico, al recordar a la que consideraba como a una segunda madre.

Curiosamente era maestra, como ella. "A veces piensas que pasan cosas difíciles y necesitas superarlas y encuentras apoyo en sitios intangibles que te ayudan a superar situaciones que a veces no cuentas que existen. Pero aparece alguien y te ayuda como un ángel", le ha confesado entre lágrimas.

"¿Estás bien? Te noto afectado. ¿Te has acordado de algo que te ha pasado?", le ha preguntado Lena sin entender muy bien lo que ocurría. Él le ha contestado que es por su tía, a la que echa mucho de menos. La profesora creía que se trataría de una pérdida reciente; sin embargo, falleció hace 20 años. Su cara se ha desencajado al conocer este detalle. Aun así, le ha apoyado y entendido. "Me ha dado pena que la muerte todavía le afecte pero bueno, estos sentimientos de vez en cuando... pueden contigo", ha dicho sobre su cita, aunque sus expresiones hacían ver otra cosa.

Pasado este mal trago, Lena ha sacado el tema que más le preocupaba. Es una mujer de fe católica que acude cada semana a misa y quiere encontrar a un hombre que tenga sus mismas inquietudes. Robert no lo es. Aunque creyente, no va a la iglesia regularmente. “Que alguien de vez en cuando se vaya a misa para mí no significa que sea creyente o que la fe tenga mucha importancia en su vida. En un hombre busco a un líder espiritual de una familia y estoy dudando si tú lo eres”, le ha dicho la profesora alemana. 

Después de eso, Lena ya ha visto que no era su hombre. Robert parecía haber vivido una cita diferente. Estaba convencido de que sí que había conquistado su corazón. Menudo chasco se ha llevado en la decisión final. La alemana ha dicho no a una segunda cita por su falta de fe.