La nueva edición de 'Supervivientes' ha vuelto a poner sobre la mesa no solo los desafíos físicos propios del formato, sino también las complejas dinámicas de percepción pública que se generan dentro y fuera de la pantalla. En este contexto, la figura de Joshua Velázquez (34 años), conocido por ser el ganador de 'Maestros de la Costura 3', se ha convertido en una de las más comentadas de la temporada.
Joshua comenzó su periplo en Honduras bajo un perfil divertido que prometía ofrecer al espectador ese punto de locura y diversión tan necesario cuando el hambre apremia. Sin embargo, pronto cambió de estrategia para postularse como el mejor superviviente.
Telecinco
Un inesperado bache de salud le ponía contra las cuerdas en los últimos días pero, afortunadamente, después de seguir las recomendaciones del equipo médico, el canario podía volver a la playa junto al resto de sus compañeros. Después de dos meses de concurso en el que Joshua ha mantenido un perfil bajo, en Lecturas hemos analizado su paso por el programa junto a Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal.
"Uno de los rasgos más visibles de su participación ha sido la aparente fragilidad física que ha mostrado en varias ocasiones. Joshua ha sufrido mareos, desmayos y episodios de agotamiento que han generado tanto preocupación como críticas", destaca el experto. Una situación inevitable que para Sabaté podría interpretarse de dos formas contrapuestas.
La aparente fragilidad de Joshua, en entredicho
Por un lado, "le otorga un perfil humano y accesible, alejado del prototipo de concursante que aparenta tenerlo todo bajo control. Esa vulnerabilidad puede generar empatía en parte de la audiencia", manifiesta. Sin embargo, si estos episodios se repiten con frecuencia, "podrían percibirse como una falta de preparación o de resistencia, lo cual afectaría de manera inevitable a su credibilidad como participante en un formato que pone a prueba precisamente esas capacidades".
Telecinco
Su comentada alianza con Damián Quintero y Pelayo Díaz
El concurso de Joshua ha estado ligado de manera inevitable a Damián y Pelayo, una alianza muy sólida que ha llamado la atención de los espectadores. Sabaté tampoco lo ha pasado por alto en su análisis, hasta tal punto que asegura que este vínculo "ha sido clave para su permanencia en el concurso", además de ser vital para el diseñador "en momentos de dificultad". Pero al mismo tiempo "ha levantado dudas sobre su independencia dentro del juego".
"La percepción de que depende del respaldo de otros puede jugar en su contra en un programa donde la autonomía suele ser vista como una fortaleza. Aunque este tipo de estrategias son habituales en realities, el modo en que se comunican y cómo se posicionan públicamente es determinante para la imagen del concursante", advierte Pau Sabaté.
Telecinco
"Otro punto polémico ha sido su gestión de los recursos, en particular la comida. Joshua es uno de los concursantes que más ha pescado, pero ha optado en varias ocasiones por racionar el alimento o priorizar su propio consumo, lo que ha provocado tensiones con sus compañeros", puntualiza.
Aunque Sabaté no critica la decisión de Joshua desde la lógica de la supervivencia, en un entorno donde la cooperación también influye en la imagen pública, esa actitud ha sido interpretada como egoísmo por parte de algunos espectadores y concursantes. Este tipo de gestos, aunque prácticos, pueden debilitar su perfil si no se equilibran con momentos de generosidad o solidaridad visibles", manifiesta el experto.
La imagen de Joshua Velázquez tras 'Supervivientes 2025'
Aunque bien es cierto que Joshua llegó a Honduras como uno de los concursantes más desconocidos de a edición, su concurso "está redefiniendo su propia marca personal". "De ser reconocido como un diseñador creativo y disciplinado, ahora afronta una nueva exposición que muestra tanto sus fortalezas como sus contradicciones. Esa transformación no es negativa por sí misma, pero debe ser gestionada con inteligencia", advierte Sabaté, quien encuentra en el canario un gran potencial para triunfar tras el final de 'Supervivientes'.
"Si Joshua quiere salir reforzado de esta experiencia, no solo debe resistir en lo físico, sino también mostrar una evolución clara en su comportamiento social y emocional", le aconseja.
Supervivientes
Y concluye: "Una buena narrativa de aprendizaje, basada en la autocrítica y la adaptación, puede ser clave para reconectar con el público. Joshua aún tiene margen para ajustar su estrategia y reconducir la percepción que se está formando sobre él. Mostrar más equilibrio entre la necesidad individual y la convivencia colectiva, reforzar su autonomía dentro del grupo y cuidar cómo comunica sus decisiones son elementos clave si quiere consolidar una imagen coherente y positiva".