Los 25 looks más icónicos de Lady Di: un referente de estilo que no pasa de moda

Este vestido negro de escote corazón se convirtió en su look más recordado por el significado tras de él. Un look bastante atrevido que escogió como venganza tras su separación con el Principe Carlos y su salida de la realeza, lucía este vestido que salía de las normas del protocolo tras filtrarse el diseño que iba a lucir en un principio.

Los vestidos de escote palabra de honor y silueta recta se convertían en una de sus apuestas seguras, como este diseño blanco con pedrería que llevaba junto a un chocker de perlas con piedra.

Un conjunto de camisa y falda midi con vuelo, y cuello blanco combinado. Un look en uno de sus colores favoritos y que lucía junto a unos zapatos a conjunto.

Las americanas bicolor eran un must dentro de sus looks, combinándolo tanto en clave monocolor como en contraste, siendo la falda el mejor acompañante de esta.

Su estilo se adelantaba a las tendencias, y así lo demostrando llevando un traje masculino de la mejor forma, con corbata estampada en contraste y zapatos de tacón para darle ese toque más femenino.

En su aparición en la Gala MET, se decantaba por una de las prendas de armario con la que siempre aciertas: un vestido lencero. Un diseño en azul marino, con detalles de encaje en negro, que llevaba junto a un chocker de perlas y piedra central, y un mini bolso acolchado firmado por Dior.

La sudadera era su prenda favorita para llevar con los looks más informales y cómodos, que siempre combinaba con unas mallas cortas, calcetines altos y deportivas. Un estilismo que es totalmente tendencia ahora mismo.

La combinación de falda por debajo de la rodilla y blazer a juego se convertía en su uniforme para la mayoría de actos.

Lady Di también se convertía en la mejor inspiración para las futuras novias, siendo el blanco uno de sus colores favoritos para eventos. Este vestido con pedrería y chaqueta corta a juego es una de sus mejores confirmaciones.

Un abrigo masculino con un toque de tendencia, como las mangas abullonadas, una blusa con lazada y una falda. Tres prendas que aseguraban siempre un acierto en su vestidor.

En cada estilismo Lady Di nos confirmaba no solo su buen gusto, también la importancia de los accesorios y la forma en la que elevan cualquier propuesta. Los sombreros y tocados eran algunos de sus mejores aliados para redondear sus looks.

Un vestido en color crudo con cuerpo entallado, escote redondo y falda con volumen. Una alternativa a los clásicos vestidos blancos más sencillos donde se decantaba por las lentejuelas y el brillo.

Los conjuntos de dos piezas eran un acierto seguro, en su versión más invernal escogía este diseño acolchado con estampado de flores, que redondeaba con un tocado azul a juego.

Una combinación que siempre funciona, y sigue haciéndolo a día de hoy: un cárdigan largo con camiseta básica y falda larga. Un look que tan solo necesitaba unas bailarinas para acertar en el día a día e ir arreglada y cómoda.

Lady Di innovaba dentro de sus total look azul añadiendo complementos a juego, como las medias. Unas propuestas que solía dar un giro a través de los estampados.

Diana acertaba a diario combinando prendas tan básicas como unos pantalones blancos, una camiseta de tirantes y unas bailarinas. Tres piezas de fondo de armario que funcionan tanto juntas, como por separado, y que nunca pasan de moda.

Su combo de falda y blazer se adaptaba a las diferentes estaciones con tejidos más o menos finos, y con siluetas renovadas como las chaquetas cropped para verano.

Las blusas con lazada que solía combinar con faldas midi, eran una de sus prendas clave para infinitos estilismos.

También se convierte en la mejor inspiración para invitadas de boda, con vestidos como este de tul en rosa con tirantes en lazada y falda de vuelo.

Un diseño impecable de lentejuelas con escote irregular con una sola manga, y cuerpo drapeado que estilizaba la figura.

Tras dar a luz, aparecía con este icónico vestido camisero fluido verde de lunares con cuello blanco en contraste.

Otro look con el que deslumbraba en una alfombra roja y que es tendencia en materia de invitadas: un vestido con capa y silueta con ajustada que terminaba en un bajo con vuelo.

El estampado de lunares era otra de sus tendencias favoritas, tiñendo muchos de sus vestidos y blusas de su armario.

El color rojo era su mejor aliado tanto para eventos, como para looks del día a día, y el abrigo era la prenda estrella para llevarlo.