El cáncer de piel es una de las causas de muerte más frecuentes y preocupantes en nuestro país. Aun así, pocos toman precauciones. La exposición al sol sin protección alguna es más peligrosa de lo que muchos creen a largo plazo e incluso está asociada con ciertos tipos de cáncer.
Solo en 2024 se registraron 1.882 muertes por esta causa. Además, es el melanoma el que provoca la mayoría de los fallecimientos. Los expertos advierten. No existe el callo solar y debemos tomar precauciones para prevenir esta grave enfermedad. Luisa Martos, dermatóloga, ha respondido las cuestiones más importantes sobre la relación entre el sol y el cáncer y las conclusiones son claras.
Antes de exponer la piel al sol debemos aplicar crema protectora con un SPF alto
"La exposición al sol puede estimular la aparición de nuevos lunares, sobre todo en personas jóvenes o con predisposición genética, y puede hacer que algunos lunares existentes se oscurezcan o crezcan ligeramente", advierte la experta en el diario ’20 minutos’. Según la dermatóloga, la respuesta es sí. La exposición al sol está directamente relacionada en muchos casos con la aparición de marcas o quemaduras que pueden resultar en un cáncer fatal.
"Esto ocurre por el efecto de los rayos UV sobre los melanocitos”, explica Luisa Martos. Es decir, células productoras de melanina. “No obstante, un cambio brusco de tamaño, forma, color o borde debe ser valorado por un dermatólogo, ya que podría ser signo de atipia o melanoma”, subraya en el citado medio. Sufrir quemaduras por los rayos del sol puede ser más peligroso de lo que creemos. Lo mismo ocurre con la parición de manchas o lunares. Ante cualquier síntoma, la recomendación de los expertos es clara.
Debemos acudir a un profesional sanitario que pueda valorar si existe algún riesgo detrás de estas formaciones. Una de las mayores medidas de prevención es el uso de crema solar con frecuencia. Los expertos recomiendan utilizar fotoprotector SPF +50 y que sea resistente al gua. Aun así, la crema solar no lo es todo. Evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día también cuenta.
"La fotoprotección solar sí es eficaz, pero no es infalible por sí sola", añade la misma experta. Debemos aplicar la crema con frecuencia. Los expertos recomiendan hacerlo cada dos horas o antes si nos hemos bañado o hemos sudado en exceso, ya que la tiende a diluirse o absorberse. Utilizar también prendas de ropa que nos cubran del sol es otra de las medidas más eficientes. No tienen por qué ser elementos calurosos sino todo lo contrario. Una gorra, ropa holgada y fresca o unas gafas de sol son imprescindibles en verano.
Mucho cuidado con las manchas y lunares: debemos protegerlos del sol
Más allá de aplicar crema por todo el cuerpo, los expertos recomiendan proteger especialmente los lunares o manchas que nos acompañan desde el nacimiento. Así podremos evitar que sufran las consecuencias del sol como enrojecimiento o dolor. "Las quemaduras solares repetidas son un factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel, por lo que es fundamental protegerse bien en futuras exposiciones", cuenta Luisa Martos en el diario ‘20 minutos’.
Las recomendaciones más importantes para prevenir el cáncer son estrictas. Si un lunar cambia de tamaño, color o forma y evoluciona con rapidez debemos acudir a un experto sin dudarlo para evaluar la situación. Además, quienes tienen antecedentes familiares suelen someterse en estos casos a una dermatoscopia digital. “Esta técnica permite observar los lunares con una cámara especial que amplía y detalla su estructura interna que no es no visible a simple vista. Estas imágenes se guardan en un ordenador y se comparan con futuras revisiones para detectar cambios mínimos", explica la dermatóloga.
Cabe destacar que muchas personas llevan a cabo un proceso similar, pero desde casa a través de la propia cámara de su teléfono móvil. Se trata de mantener un seguimiento de nuestros lunares a través de varias fotografías de calidad y con buena luz. Aunque este no es el procedimiento más profesional, sí puede ayudarnos a detectar alguna anomalía. Preocuparnos por las anomalías que aparecen en nuestra piel es más importante de lo que parece. En cualquier caso, acudir a una revisión médica con frecuencia es clave y puede ser la opción que incluso nos salve la vida si llega a tiempo.