Carlos González, pediatra y docente: “Soy de los que piensan que muchas veces no hace falta reñir y castigar a nuestros hijos”

El experto en menores ha reivindicado la importancia de emplear un lenguaje adecuado con los más pequeños.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Carlos González
@criandosinmiedo I Instagram

La crianza de los menores es uno de los asuntos más preocupantes y relevantes entre padres y madres en la actualidad. El miedo a ser demasiado estrictos es otra de sus mayores inquietudes. De hecho, muchos actúan de forma errónea según los expertos cuando se trata de reñir a sus hijos. Carlos González, docente y pediatra, ha compartido en sus redes sociales cuál es la mejor forma de lidiar contra los conflictos.

El gran poder del lenguaje y la comunicación

“¿Cuántos conflictos, llantos y problemas evitaríamos si en vez de dedicarnos a reñir, gritar o castigar a nuestros hijos nos dedicásemos a creerles y disfrutar con ellos?”, es una de las reflexiones más relevantes y virales que ha compartido el experto en su podcast ‘Criando sin miedo’. Además de ser docente y pediatra, Carlos González también es padre y conoce al dedillo esta materia. El trato a los menores es capaz de influir sobre su forma de ser o su manera de desarrollarse. Por este motivo es tan importante actuar correctamente como padres, madres o tutores.

Uno de los errores más comunes que ha abordado el experto es el lenguaje grotesco que se emplea en momentos de tensión o enfado. El experto recomienda evitarlo a toda costa. No obstante, esto no significa que no “podamos decirles a nuestros hijos lo que tienen que hacer”. “Podemos decirles que no pisen un charco, que no se metan el lápiz en la nariz, que no peguen a otros niños o que no salten encima del sofá. Por supuesto que podemos decírselo. Simplemente, estoy diciendo que para explicarles esas cosas no hace falta gritar, reñir o castigar”, puntúa.

Este modus operandi marca la diferencia. “Si el amigo de ocho años de tu hijo viene a casa a jugar y pone los pies en el sofá, lo único que le vas a decir es ‘cariño, por favor, no pongas los pies en el sofá’ o ‘antes de poner los pies en el sofá, quítate los zapatos para que no se ensucie’”, ejemplifica. Carlos recomienda utilizar este mismo lenguaje sobre nuestros propios hijos. Es fundamental.

“Cuando el amigo se haya vuelto a su casa y esté solo tu hijo ¿Cómo se lo vas a decir? Ni siquiera estoy pidiendo que le tratemos con el mismo respeto con que trataríamos a un adulto. Me conformaría con que le tratásemos con el mismo respeto con el que trataríamos a cualquier otro niño que no fuera hijo nuestro”, pide de forma directa. La ciencia ha demostrado que hablar adecuadamente a los menores es fundamental para su desarrollo cognitivo, emocional y social.

Según varios estudios, una comunicación respetuosa y positiva siempre será más beneficiosa. Además, es clave para fortalecer los vínculos entre padres e hijos y mejorar la autoestima de los niños. También es fundamental para conseguir que los más pequeños puedan expresar sus necesidades y sentimientos de forma más transparente y sin miedos. Carlos González está en este barco. “Soy de los que piensan que muchas veces no hace falta reñir y castigar a nuestros hijos. Esto no quiere decir que no haya que decirles las cosas, pero creo que en muchas ocasiones podemos decirlas en lugar de regañarles y evitaríamos muchos llantos y muchos problemas”, insiste.

Mucho cuidado con ridiculizar a los más pequeños

El pediatra y docente que acumula casi medio millón de seguidores en Instagram ha compartido varias reflexiones sobre la importancia del lenguaje. Según cuenta, no solo hay que evitar el tono brusco y los gritos para alertar a los más pequeños de que algo no está bien. La forma en la que los padres y las madres se dirigen a ellos en cualquier contexto es fundamental.

“Te van a querer hagas lo que hayas, te van a respetar e incluso te van a imitar, aunque les grites, les castigues, les insultes, les ridiculices. Os van a querer a pesar de todo, pero ¿De verdad quieres que te quieran sin habértelo merecido?”, pregunta a los progenitores que consumen sus vídeos. Carlos González asegura que, a veces, se ridiculiza a los más pequeños y esto es un grave error.

“Cuando comprendí que mis hijos me iban a querer hiciera lo que hiciera, pensé que debía dedicar el resto de mi vida a intentar hacerme digno de ese cariño que mis hijos me iban a dar de todos modos”, añade. Según el experto, es una de las conductas más refuentes y erróneas. “Todo el mundo dirá que no lo hace, pero es más habitual de lo que creemos el ridiculizar a nuestros hijos”, señala. Su mensaje es claro. “Piénsalo e intenta evitarlo”, sentencia.