El rey Juan Carlos, sobre la infanta Elena: “Mi hija mayor no está en condiciones de reinar”

La inminente publicación de las memorias del rey Juan Carlos bajo el título 'Reconciliación' ha destapado la caja de Pandora. Mientras vamos conociendo pinceladas de la publicación que verá la luz a finales de año, es imposible no recordar algunos momentos clave de su vida pasada. 

No es ningún secreto que don Juan Carlos siente predilección por la infanta Elena, una relación marcada por el respeto, el cariño y un vínculo familiar muy sólido, que se confirmó con su posicionamiento al lado de su progenitor -y en contra de su hermano- tras su marcha obligada a Abu Dabi en 2020. 

Desde pequeña, Elena fue considerada una hija ejemplar, cercana a su padre y con un fuerte sentido del deber institucional a pesar de ser consciente de que jamás sería reina por la ley sálica que, en ese entonces, prohibía a una mujer ascender al trono a pesar de ser la primogénita.

Mi hija mayor no está en condiciones de reinar”

Fue Pilar Eyre en uno de sus blog de Lecturas donde recordó que fue el rey Juan Carlos el que insistió a los ponentes de la Constitución que se precisara que el heredero debía ser varón. "Mi hija mayor no está en condiciones de reinar", expresó con crudeza haciendo referencia a Elena. Una frase demoledora que, según la experta en realeza, le achaca "algún problema que nunca hemos sabido cuál".

Si el rey emérito no hubiera cambiado el porvenir de su hija mayor por razone que se desconocen, en la actualidad estaríamos hablando de una monarquía muy diferente. Sin embargo, parece que Elena nunca tuvo la necesidad de reinar. Tal y como Eyre recordó en Lecturas, la propia infanta se confesó con un grupo de amigos durante su adolescencia: "Rezo para que no le pase nada a Felipe, no soportaría ser reina". 

En sus memorias, don Juan Carlos expresa un profundo orgullo hacia don Felipe. Según la autora, Laurence Debray, "es su mayor fan… lee todos los periódicos y comenta cada mañana el desempeño de su hijo como rey". Unas palabras en las que se deja entrever la enorme satisfacción que siente hacia el buen hacer de su hijo a pesar de sus desavenencias personales. 

Las desgracias que han marcado la vida de la infanta Elena

En su blog, Pilar Eyre rememora como su abuela "le inculcó el amor por los caballos", una pasión que aún posee y ha transmitido a su hija Victoria. Sin embargo, doña María de las Mercedes era muy crítica hasta el punto que llegó a comentar públicamente que nunca sería buena amazona "porque es demasiado grandota". 

Desde su nacimiento, fue objeto de una gran presión, ya que el deseo de don Juan Carlos y doña Sofía era un varón. Tras una adolescencia marcada por el glamour y las estridencias de palacio, cuando alcanzó los 30 años vivió con apremio la necesidad de casarse. Tras varios romances frustrados, se casó con Jaime de Marichalar. Un matrimonio envuelto en infinidad de rumores y dificultades, especialmente tras el ictus que él sufrió en 2001. Además, durante su estancia en Nueva York para cuidar de él, sufrió un aborto, una pérdida que la sumió en un gran sufrimiento. Finalmente, el matrimonio terminó en divorcio en 2009, tras años de desavenencias. 

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Aunque no se volvió a enamorar, ha aprendido a vivir con la soledad y sus amigos se han convertido en ese núcleo en el que confiar. Además, por supuesto de sus hijos y su familia. Muy cerca de la infanta Cristina, Elena se convirtió en un apoyo condicional para su hermana tras su polémico divorcio de Iñaki Urdangarin. 

Superada por los conflictos familiares que resquebrajaron la unión entre los Borbón, Elena siempre tomó partido por don Juan Carlos, aunque eso supusiera darle la espalda a su hermano y también a la Corona. Su relación con la reina Sofía es buena, de hecho es habitual que la visite en la privacidad del palacio de la Zarzuela. A pesar de todo, la que fuera duquesa de Luga ha demostrado entereza y saber estar ante las adversidades, permaneciendo fiel a sus principios.