¡Qué poco sabemos de la menopausia! Las cifras son alarmantes, la gran mayoría de las mujeres no sabemos bien qué es ni cuándo empieza. No sabemos identificar muchos de sus síntomas, y mucho menos sabemos cómo paliarlos. Así lo revela la actriz y modelo Naomi Watts en su libro Me atrevo a contarlo, en el que cuenta su propia experiencia con la menopausia y colabora con médicos y especialistas para ofrecer información de calidad a sus lectoras.
En Lecturas hemos continuado su misión, y hablando con el nutricionista especializado en salud femenina Javi García, nos queda más claro que nunca que seguimos teniendo mucho que aprender sobre la menopausia. Entre otros dados reveladores, el experto nos confesaba cuál es el ingrediente que no le puede faltar a tu desayuno cada mañana, la forma perfecta de prepararte el café, si quieres lidiar con los síntomas de la menopausia casi sin darte cuenta.
Café con…
Quien dice café, dice té. O un vaso de leche por las mañanas. Porque el secreto está precisamente aquí, en la leche. La de vaca, la preferida por antonomasia de los consumidores, no es la mejor para ti si estás en menopausia. La que de verdad puede ayudarte a lidiar con los cambios que tu cuerpo está experimentando en esta etapa de la vida es la leche de soja.
El secreto está en los fitoestrógenos que contiene esta bebida vegetal, a la que popularmente conocemos como “leche de soja”. Aunque no es el único alimento que nos puede ayudar, señala el experto. “Al fin y al cabo, los fitoestrógenos son compuestos naturales que forman parte de alimentos de origen vegetal y que podemos encontrar en cereales integrales, legumbres, hortalizas, fruta o la propia isoflavona de la soja, como el futroestrógeno más estudiado”.
Todos estos alimentos, revela el experto para Lecturas, “nos pueden ayudar como tratamiento alternativo a la típica terapia hormonal”.
Los síntomas de la menopausia y la leche de soja
Aunque, nos advierte García, siguen faltando estudios que afinen el tino, sabemos que “los efectos de la menopausia son numerosos y variables de una mujer a otra”. Es por eso por lo que “el hecho de hacer una buena selección de alimentos, como es el caso de la leche de soja, ayuda a aliviar los síntomas manifestados, como pueden ser los sofocos, la sequedad o los cambios de humor”.
Una relación con un síntoma concreto es difícil de predecir, nos aclara el nutricionista, pero aun las investigaciones son alentadoras.
Cambiar la leche que le echas al café por la mañana, y sustituirla por una bebida de soja en la menopausia, puede hacer que la sintomatología de esta etapa de la vida reproductiva sea menor. Puede hacer que el día a día sea más ameno.
Otros alimentos clave
Además de la leche de soja y los productos de origen vegetal que mencionaba el experto, asegura que hay otros ingredientes que no pueden faltar en la dieta de ninguna persona en menopausia.
Entre los alimentos que, asegura, deberían tener una alta prioridad en nuestra dieta, destacan las siguientes pautas:
- Grasas saludables, en lugar de saturadas, evitando sobre todo las de origen industrial. Esto significa apostar por desayunos, comidas y meriendas con aceite de oliva virgen extra, aguacate o frutos secos, en lugar de bollería.
- Proteína de origen vegetal, como la que ofrecen las legumbres o los cereales.
- Carne blanca, en vez de roja.
- Huevos y lácteos naturales o desnatados, según el caso.
- Pescado blanco y pescado azul.
- Hidratos de carbono de absorción lenta, en lugar de azúcares simples.
Empieza cuanto antes
Estos cambios, asegura el experto, es importante ir integrándolos en la vida diaria antes de que la menopausia haga acto de presencia. En perimenopausia, o incluso antes, podemos ir adquiriendo estos hábitos alimentarios que, “una vez llegado el momento, van a paliar los distintos síntomas que conlleva”, explica García. Así no tenemos que sumar aún más cambios a nuestra vida, que ya tendremos bastante.
Además, nos advierte, es importante atender a las diferencias individuales. “Dentro de cada mujer los cambios son diferentes y muy variados. Ni todas sufren los mismos cambios ni a todas les afecta de la misma manera. Cada mujer necesita, por tanto, un trato nutricional diferente para prevenir, paliar y mejorar la aparición de estos síntomas que, por citarte algunos, van desde el aumento de peso y acumulación de grasa (condicionado por la falta de estrógenos), hasta la descalcificación de los huesos con un elevado riesgo de osteoporosis”.
Y todo ello puede trabajarse con buena alimentación y ejercicio trabajo. Así que es tu turno, ¿cómo te vas a preparar el café de mañana?