Para muchos, dormir es una tarea casi imposible. Cuando los pensamientos llegan a la cabeza en mitad de la noche, no hay nada que los pare. Los expertos alertan sobre la rumiación. Este problema puede tener consecuencias tanto a corto como a largo plazo que influyan sobre nuestro bienestar. Malestar general, sueño, falta de productividad o incluso de concentración son algunas de ellas. Aun así, pocos saben cómo actuar ante esta situación. Alba Cardalda ha compartido una alternativa clave que puede terminar con este preocupante problema.
El gran poder de los pensamientos
Los problemas de insomnio provocados por un exceso de pensamientos innecesarios son una realidad para miles de personas en nuestro país. Sin embargo, pocos saben cómo enfrentarlos. Carlos Jiménez es uno de ellos. “Tenía un tiempo donde sobre pensaba muchísimo. La mente iba a mil por hora por las noches, no descansaba bien, me despertaba cada dos por tres, sobrepensaba muchísimo por las noches en ese momento más íntimo para nosotros. Cierras los ojos y se te vienen todos los fantasmas”, señala en el podcast de la psicóloga ‘Como pudimos’.
El problema de Carlos es una realidad para miles de personas en España y es cierto que afrontarlo no es una tarea sencilla. “Tener un montón de charlas hasta las tres de la mañana conmigo mismo internas y ser consciente realmente de las cosas que estamos haciendo bien y las que estamos haciendo mal, pero como que no nos hacemos caso”, añade sobre su experiencia. Alba Cardalda, experta en neuropsicología, sabe de lo que habla.
“Esto lo veo a menudo en consulta. Las personas que sobrepiensan lo hacen, sobre todo a la hora de irse a dormir, que es cuando todo se queda en silencio, cuando ya se han apagado las pantallas, no está trabajando ni haciendo actividades que te mantienen entretenido”, cuenta sobre este problema. Es decir, es cuando la mente se evade de la realidad y se queda totalmente en blanco cuando aparecen esos pensamientos que tienen a ser intrusivos. Otras veces no. Solo son pensamientos de aquello que tenemos pendientes o preocupaciones por resolver.
En cualquier caso, atentan contra el descanso saludable. “Ahí es cuando sale el diálogo contigo mismo. Es ahí donde empieza ese bucle y se queda enganchado y genera mucho sufrimiento”, explica Alba. Este problema está lejos de la meditación. No es lo mismo, sino que los pensamientos sobre aquello que nos aterra no nos dejan descansar. Aun así, tiene solución.
La sencilla solución de la experta
“Una manera muy efectiva para parar el bucle de pensamientos nocturnos es escribirlos. Yo a mis pacientes les recomiendo tener alguna libreta en la mesita de noche, a mano, para que si en algún momento les agarra ese insomnio o ese bule de pensamientos puedan escribirlo y esto lo dejo para mañana”, recomienda la neuropsicóloga. Según la experta, esta sencilla alternativa puede marcar la diferencia. Escribir los pensamientos que no dejan de repetirse en una libreta actúa de alguna forma como una especie de colchón que se queda con todos ellos.
“No se me va a olvidar porque está aquí en la libreta, pero ya lo saco de mi cabeza que no deja de dar vueltas y esto, simbólicamente, es como sacarlo del cuerpo y dejarlo ahí”, puntúa. Alba asegura que esto funciona. Esta alternativa ha ayudado a muchos de sus pacientes que han experimentado este problema tan común y a la vez tan complicado. “De esa manera también es como darme el permiso para relajarme y ponerme a dormir”, añade.
Aun así, esto no lo es todo. También el trabajo interno con algún experto sobre este problema es clave y puede ayudarnos más de lo que creemos. Expresar nuestras preocupaciones, emociones y sentimientos es una de las mejores medicinas. Por este importante motivo, los expertos en salud aconsejan tratar este tipo de problemas antes de que se hagan con nuestro bienestar mental que es tan importante como el físico. Se retroalimentan. Es cierto que la intranquilidad, la preocupación y la agitación influyen sobre nuestra salud general y, sobre todo, sobre el desarrollo de actividades diarias. Esa falta de energía en la que se resume descansar poco y mal es realmente perjudicial.