Vivir en piloto automático es una realidad cada vez más común a la par que preocupante en nuestro país. Escuchar el despertador a la misma hora todos los días, coger el coche para ir al trabajo, llevar a los niños a clase o hacer la compra se ha convertido en un hábito inalterable. Sin embargo, muchos renuncian a su tiempo libre y esto es un problema realmente preocupante. Los expertos en salud advierten.
“La gente ha normalizado ir en piloto automático viviendo este síndrome de la vida ocupada que supone hacer un montón de cosas durante el día y cuando se encuentran con un hueco libre es como ¿Qué hago aquí perdiendo el tiempo?”, sostiene la psicóloga Patricia Ramírez. La experta ha compartido las claves del autocuidado para disfrutar de una mayor calidad de vida y evitar aquellos hábitos que merman nuestra salud física y mental.
Desconectar de la rutina es fundamental para aprender a disfrutar de nuestro tiempo
Normalizar un estilo de vida demasiado acelerado es un problema más grave de lo que creemos. Esta costumbre puede mermar nuestra salud a varios niveles. En la mayor parte de los casos, se manifiesta con síntomas de estrés o ansiedad. Aun así, el impacto del piloto automático puede ir más allá. Otros síntomas relacionados son la falta de concentración, el cansancio extremo o problemas de memoria. Muchos pasan por alto este aspecto de su vida y creen que practicar deporte y mantener una dieta saludable es suficiente para cuidar del bienestar personal.
Sin embargo, la realidad es diferente. “Tenemos que entender que el autocuidado que son todas esas series de actividades, momentos del día, experiencias que ayudan a cuidar de tu salud física y mental es un derecho y no es un premio a un buen día o un mal día”, cuenta la experta en psicología, Patricia Ramírez, en el podcast ‘Roca Project’. Desconectar de la rutina es fundamental para aprender a disfrutar de nuestro tiempo es fundamental y alcanzar la felicidad, ese pilar tan importante por el que los expertos abogan para tener buena salud. Patricia Ramírez insiste.
“Tú tienes derecho a tener un rato de lectura a solas, a practicar tu deporte sin culpa, a quedar con amigas y a tomar un café sin estar mirando el reloj y pensando ¿están mis hijos haciendo los deberes? siendo ellos adolescentes que saben que tienen que hacerlo”, explica en el espacio de Carlos Roca. Dedicar un pequeño momento del día al autocuidado puede marcar la diferencia. Practicar deporte, quedar con amigos, ver una película, leer un libro, disfrutar de un baño relajante o salir a pasear son algunas de las opciones más sencillas que recomiendan los expertos.
“Tienes derecho a cuidar de ti, por supuesto, y hasta que no interioricemos esta filosofía de vida no lo vamos a hacer”, subraya Patricia. En esta misma línea, mantener una mentalidad positiva también influye. Aceptar las cosas como son o intentar cambiar aquellas con calma en busca de una mayor tranquilidad también puede marcar un antes y un después en nuestra vida. En cualquier caso, la experta también ha dejado claro que no debemos confundir el concepto del autocuidado.
Adiós al mensaje que crea confusión sobre el amor propio
“Todos estos mensajes que pululan por las redes sociales de un malentendido autoamor como ‘hasta que no me quiera yo no podré querer a los demás’, creo que nos van a llevar a la extinción”, advierte Patricia Ramírez. Este mismo problema que atenta contra el bienestar personal también está ligado a la desconexión de la realidad.
“En nuestro día a día, vivimos de una manera tan frívola y tan de puntillas viendo redes sociales, series de Netflix, corriendo de un lado para otro sin tiempo para profundizar en la parte humana que se nos olvida y cada uno va con ese individualismo por la vida que no pensamos en los demás”, añade la experta en psicología.
La alternativa para evitar este problema es clara. “Ojo, que una cosa es cuidarte tú y otra es priorizarte hasta tal punto de que te olvides de los otros. Yo creo que con esto mandamos un mensaje de confusión tremendo sobre el amor”, sentencia. La clave es el equilibrio. Es cierto que debemos priorizar nuestro bienestar, aunque tampoco podemos dejar de lado la responsabilidad afectiva. De hecho, la ciencia ha demostrado que cuidar de los demás también nos beneficia a nivel mental y emocional.