Todo los que te conocen, te adoran. “Es impulsiva, generosa, toda amor y sentimiento”, dicen de ti. También alaban tu capacidad de entretener, tu ingenio chispeante, lo guapa que eres. Y lo divertida. Yo me lo creo, eh.

Sí, pero…

La verdad es que como no te conozco en persona, solo puedo juzgar por lo que veo en televisión. Guapa eres. Pero ese supuesto ingenio brilla por su ausencia. En las entrevistas en plató, estás contenida, sonríes con sosería, contestas de forma rutinaria, no transmites emoción ni espontaneidad, pareces molesta, incómoda, no hay empatía con tus entrevistadores ni con el espectador. ¡Y no será porque tus compis no intenten que brilles! Te lo ponen en bandeja. Pero tú haces la cobra y miras a un punto indeterminado, como queriendo largarte a la estratosfera o por ahí. Quizás sea eso.