“¡Estoy muy bien, totalmente recuperada!”. Me lo dice Mercedes Milá que, con su chupa de cuero, su cara lavada y su pelo desenfadado, parece no tener ni un día más de 30 años. Yo que –como todos los españoles que vieron la estupenda entrevista que le hizo Jordi Évole en su programa– sé que ha pasado por una depresión, le pregunto con la desconfianza propia del oficio: “¿Seguro?, ¿pero estás bien bien?”. Y se echa a reír. ¡Cómo ríe la Milá! “¡Claro! Si no, ¿cómo crees que podría montar todo esto?”. Todo esto es la presentación de uno de los libros más vendidos este Sant Jordi por segundo año consecutivo, ‘Patria’, de Fernando Aramburu, que tiene una cola para firmar tan larga como una estrella de rock, en la librería +Bernat, que Mercedes y sus socios han convertido en un referente cultural de Barcelona –y donde además se come muy bien–. Una señora le suplica: “Vuelve a televisión, Mercedes, ¡te necesitamos!”. Y se oye un coro de voces: “Vuelve, vuelve…”