¡El hijo secreto y escondido del Pescaílla! También se llama Antonio, también es guitarrista y vive en Jerez. Tiene la edad de su hermana Lolita, porque la madre, la gitanilla Carmelita Santos, bailaora en la compañía de Lola Flores, estaba embarazada al mismo tiempo que la gran Lola. ¿Aparecerá Antonio (no lleva el apellido del padre) en esa serie documental que está grabando televisión española sobre sagas españolas? Se emitirá en abril, y además de los Flores hay programa sobre los Alba, la familia de Rocío Jurado, los Preysler-Iglesias, los Bosé-Dominguín-Ordoñez… Así, hasta ocho.
Aviso a los compis: en Hormigas Blancas quisimos hablar del misterioso Antonio, cuya existencia reveló su padre en 1978, aunque de él nunca más se supo. Con una existencia dura y marginada, trabajó unos años con Antonio González en los Canasteros, pero después se sumió en el olvido. Fuimos a su humilde casa, conseguimos hablar con Carmelita por telefonillo, averiguamos que había sido novia de Manolo, el hermano pequeño de Lola, que cuando éste murió se refugió en los brazos generosos de Antonio González, que la dejó embarazada al mismo tiempo que a la Faraona.
El funeral del Pescaílla, en 1999, estuvo presidido por Lolita y Rosario, y por Toñi, la hija reconocida de una anterior pareja, pero a nadie se lo ocurrió avisar a ese hijo postergado, que no tiene ningún recuerdo personal de su padre, ni siquiera una guitarra. Ya enferma, Lola Flores confesó en su última entrevista, “yo no lo he hecho daño a nadie, excepto a una persona…” ¡Tal vez se refería a Carmelita Santos! A lo que iba, compañeros, la jueza prohibió la emisión de ese programa a última hora, y allí nos quedamos todos, alrededor de la mesa, hablando del sexo de los ángeles. Cuatro horas. Estuvo bien