Hablo con María Zurita, que va a cumplir tres meses de embarazo, “tengo muchas molestias, pero estoy tan feliz que no le doy importancia ¡ya pasarán!”. Me tranquiliza cuando le comento que temo que su perrita Zeta tenga celos, “no, es muy buena y todos la adoramos ¿sabes que mamá, cuando me vio llegar con ella en brazos, me dijo que las dos nos íbamos por la puerta?”. Yo me asombro porque a los Borbones les encantan los animales, pero María me aclara que a su madre le daba un poco de miedo porque “al no ver, pensaba que tropezaría con ella, pero ahora papá y mamá se han chalado con Zeta”.
La prima más simpática del rey trasmite optimismo por todos sus poros. “Estoy muy contenta, me gano la vida desde hace muchos años con mi empresa de traducción y tengo una existencia plena, pero me hacía falta un hijo y quería dar un nieto a mis padres…”. Le revelo que he terminado de escribir un libro y María inquiere con cierto temor, “a ver, Pilar, ¿es sobre algún miembro de mi familia?”. Le contesto afirmativamente y me responde con cierta timidez “lo siento Pilar, no lo voy a leer… me ponen muy nerviosa esos libros que haces sobre nosotros”. Me pregunta educadamente cuándo saldrá, “en febrero” y yo le pregunto cuándo nacerá su hijo, “en junio”, y las dos brindamos simbólicamente por nuestras nuevas criaturas.