Letizia se reconcilia con Lorenzo Caprile

Letizia se reconcilia con Lorenzo Caprile

Letizia se convirtió en reina el 14 de mayo de 2004 cuando, una semana antes de su boda, lució un impresionante vestido rojo de seda en la boda de los príncipes Federico y Mary de Dinamarca. Lorenzo Caprile firmaba el diseño que catapultó a la entonces prometida del príncipe Felipe al olimpo de la realeza; el día anterior el diseñador también se lució con un traje de chaqueta brocada, hecha con tela de los trajes típicos valencianos, y falda de terciopelo y una semana después volvió a vestir a Letizia en la cena de gala que se ofreció en El Pardo la víspera de la boda real. Una vez casada, la princesa Letizia también lució modelos de Caprile, como la falda hecha con seda bordada de mantón de Manila pero poco después el diseñador salió del armario real para dejar sitio a los modelos de Felipe Varela que, además de los trajes de calle pasó a encargarse de los de fiesta.

Nunca Letizia ha vuelto a lucir tan espléndida como cuando la vestía Caprile. Diferencias de criterio y de carácter les alejaron, aunque en algunas ocasiones, tanto de princesa como de reina, Letizia ha recuperado algunos diseños de Caprile. Nunca más han vuelto a verse, pero la entrega de las medallas de las Bellas Artes en Málaga les ha vuelto a unir. El diseñador ha sido uno de los premiados, junto a José Coronado, Rafael Amargo, Magüi Mira, Tomatito y El Juli, entre otros, pero, lógicamente, su reencuentro con la Reina ha convertido al diseñador en el protagonista del acto de entrega. Curiosamente, y casualmente, sin duda, la Reina ha lucido una blusa de lunares y Caprile una corbata de lunares que ha conjuntado con una americana de cuadros, una combinación digna de un elegante porqué mira que es difícil acertar. El diseñador estaba feliz pero discreto como siempre ha agradecido el premio sin dar pie a más comentarios.

Su alejamiento de la ahora Reina nunca ha sido su tema de conversación y siempre que se le ha preguntado ha tirado pelotas fuera. Qué pasó entre ellos es algo que nunca se sabrá, aunque la estrecha relación de Caprile con la infanta Cristina, a quien diseñó su traje de novia y a quien acompañó en la última sesión del juicio por el caso Nóos, en la sala de juicios de Palma, sea una de las razones por las que Letizia prescindió de él. También tuvo que ver que, a diferencia de Varela, que llevó la discreción de su relación con la Reina hasta el extremo de recluirse en la sombra, Carprile es más sociable y sobre todo tenía su propio criterio a la hora de elegir los diseños para su clienta más importante. Como sea, Lorenzo Caprile tampoco ha dicho una palabra de más, aunque es obvio que es mucho peor salir del armario de Letizia que no haber entrado nunca. Lo ha superado a base de demostrar que sigue siendo el mejor diseñador de trajes de fiesta; ninguno de los vestidos que Letizia ha lucido ha podido superar el rojo con el que entró, por la puerta grande, en la realeza europea.

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