Letizia se envuelve en el misterio de su vestido capa verde

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La prueba de que Letizia se toma las críticas deportivamente es que ha escogido la entrega de los premios nacionales del Deporte para volver a sacar del armario su modelo más comentado: un vestido capa de color verde guardia civil del que, una año después de su estreno, sigue desconociéndose la autoría. El estreno del modelo, con el que la Reina abría una nueva línea a sus muchas opciones estilísticas, fue hace un año, en febrero de 2017, con motivo de la entrega de los Premios Nacionales de Innovación y Diseño. Entonces se entendió que aquel modelo, tan moderno y al mismo tiempo con tanto empaque, había sido elegido, precisamente por su diseño y para, en general, rendir un homenaje a los creadores.

No hubo forma humana de saber quién había sostenido la aguja y el hilo, aunque el modelo recordaba a uno blanco largo que Gwyneth Paltrow había lucido en una entrega de Óscar y que firmaba Calvin Klein, o los que llevaron Isabella Rosselini y Karlie Kloss, firmados por Stella McCartney. Durante los días posteriores siguieron las indagaciones, pero ninguna de las posibilidades Cortana, Juan Vidal, Sybilla, resultó la certera. Incluso, la propia Reina en uno de sus comentarios al vuelo, preguntada por una periodista sobre el origen del modelo, aumentó el misterio al alejarse de su interlocutora con un : “Nunca lo adivinaréis”. Pues, va a tener razón, a menos que medie una confesión resultará imposible saber quien hizo ese vestido, aunque tengo una teoría expresada ya en el momento del estreno.

Si algo odia, bueno odiar es mucho, si algo fastidia a la Reina es ocupar su tiempo en pruebas de vestuario. A veces no tiene más remedio pero por lo general repite diseñador precisamente para evitar tener que pasar por el taller de costura ya que se supone que el artista de la aguja tendrá un maniquí con las medidas exactas de la Reina con el que hacer las pruebas. Esa es la razón de que el armario sea sota, caballo y rey y su resistencia a ampliar la nómina de los diseñadores y las firmas que la visten. En un momento de ese proceso, la Reina pensó en tener, como ocurría hace unas décadas en las casas buenas, costurera propia, una persona que, en plan modista artesana, confecciona prendas básicas o, con los derechos de patronaje, reprodujera modelos de grandes firmas. Se probó esa posibilidad y de ese ensayo nació el vestido de la capa verde y el de la capa roja, que lució en el 50º cumpleaños de Guillermo de Dinamarca, y que algunos atribuyeron erróneamente a Stella McCartney, aunque ciertamente el vestido era una copia o así. Eso, o que un día Letizia estaba de vacaciones por esos mundos de Dios, vio el vestido y se lo compró sin más explicaciones, pero de lo que no hay duda es de que le encanta contribuir al misterio. Por cierto desde que lo estrenó hace un año hasta ahora, la Reina debe haber engordado unos gramos porque en la entrega de los Premios del Deporte se le marcaba el pecho en el vestido.

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