27 de septiembre de 2023, 11:33
Yo soy del equipo de Kiko Matamoros y Marta López Álamo porque, como todos saben, me gustan los jóvenes
Se sienta por primera vez en el Deluxe Marta López Álamo para hablar de su relación con Kiko Matamoros. A mí la claridad de esta chica me cautiva. Una noche conoce a Kiko, le gusta, se gustan y deciden que quieren estar juntos. Y es que tampoco hay que darle muchas más vueltas a la cosa. Cuarenta años de diferencia, sí, pero qué más da si no sabemos lo que va a ser de nosotros dentro de una semana. O mañana mismo. O en una hora.
Una noticia me ha impactado sobremanera este fin de semana. Un señor coge un taxi, el taxista tiene un accidente y el señor muere. El señor podría haber sido perfectamente yo mismo. Yo soy del equipo Matamoros/López porque a mí, como todo el mundo sabe, me gustan jóvenes. Y porque he aprendido que no hay más vida que la que tenemos en este instante y que planear las cosas a futuro y ponernos a imaginar nos coloca la mente en un lugar en el que invariablemente siempre aparece el miedo. Aquí quería yo llegar. En ‘Desmontando a Séneca’ tuvimos que quitar una reflexión del yogui Sadhguru sobre el miedo porque íbamos pasados de tiempo. Y decía algo así como que el miedo aparece porque no estás viviendo en la vida sino en tu mente ya que el miedo se basa en situaciones que pasaron ayer o en situaciones que crees que sucederán mañana. Se forja sobre lo inexistente. Si tu miedo es sobre lo inexistente es cien por ciento imaginario y a eso se le llama locura. Nuestra mente tiende a idear películas de terror y a hacernos vivir atemorizados en vez de alegrarnos la vida creando comedias románticas.
Todo esto para deciros que Marta y Kiko llevan ya cuatro años juntos, que la historia les compensa y que quién soy yo para decirles que cuarenta años son muchos cuando veo a un muchacho de veintisiete en chándal y me dan unos mareos que me tengo que sentar. A mí, qué quieres que te diga: me parece mucho más escandaloso que se larguen de España los de Ferrovial que los años que separan a esta pareja. O que haya una señora que diga que lo de ser gay es una moda y que luego haya gays que la voten con todo su papo. Sí. Vuelvo a hablar de política. Sí, volvemos a esa España de posguerra tan beata como hipócrita que purgaba sus pecados a golpe de talonario. Lo de siempre, lo de antes: se puede ser gay sin que se note. Bien metiditos dentro del armario, como gente de bien de toda la vida.
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