El viernes hice zapping un ratito y di con 'Más vale tarde', el programa que presenta Mamen Mendizábal. Me encanta Mamen, por cierto. Pero a lo que iba: estaban la presentadora y tres periodistas debatiendo sobre el referéndum del 1 de octubre.

Serían sobre las ocho menos veinte de la tarde, lo recuerdo porque estaba haciendo elíptica y contaba los minutos que me faltaban para bajarme del chisme. Y de repente, vi que una señora del público -vestida de malva, para más señas- se había quedado dormida. Pero dormida dormidísima. Intuyo que en control se dieron cuenta. Cerraron plano inmediatamente y, cuando lo volvieron a abrir, la señora estaba despierta, pero con una cara de aburrimiento que no podía con su alma.

Me sentí muy cercano a ella. Yo solo espero que nos saquen pronto de este estado de sopor en el que de una manera muy premeditada nos han metido todas las partes. Una vez agotado y sin ganas de escuchar a unos ni a otros, opto porque haya referéndum y salga el "no".