Después de tres años, volvemos por fin con ‘Supervivientes’. El domingo lo pasamos haraganeando, tomando el sol y aburriéndonos un poco con ‘Blue Jasmine’.

Romeo no para de dar vueltas buscando su lugar en el mundo. Mi hermana Esther me escribe diciéndome que ha entrado en el paraíso pero él todavía no lo sabe. Ojalá se dé cuenta pronto. Dejo a P. viendo ‘Aída’ y me meto en la cama. Me despierto a las 4 y él no está. Por la mañana me cuenta que tuvo que largarse a la otra habitación porque yo no paraba de roncar. Conclusión: para que no se rompa el amor, con cuantas más comodidades contemos, mejor.