Como está promocionando su último trabajo anda concediendo entrevistas a cascoporro. Me las he leído casi todas y me he quedado igual. Mala cosa.

 

Miguel Bosé ha conseguido por fin lo que lleva tantos años intentando: no provocar ningún tipo de interés. Se ha construido un universo tan hermético que ahora que enseña la patita para recordarnos que sigue cantando tenemos que hacer serios esfuerzos para ubicarlo en nuestra memoria.

 

Personalmente me ha defraudado. No se le puede pedir compromiso a los demás –es lo que demanda en sus entrevistas- cuando uno es incapaz de comprometerse consigo mismo.

 

Y en cuanto a lo musical me quedo con épocas pretéritas. Reconozco que soy incapaz de hacer frente a sus intensidades.