Modelo británica nacida en Londres el 16 de enero de 1974 en el seno de una familia de clase media. En 1988, con tan solo 14 años, fue descubierta por una agencia de modelos en el aeropuerto de Nueva York y poco después pasó a convertirse en icono de las campañas publicitarias de Calvin Klein, con quien perdió su contrato en 1994, después de que el diseñador sufriera la presión de diversas asociaciones que denunciaban que la extrema delgadez de la modelo incitaba a la anorexia.
Cuando apenas contaba 19 años, en 1993, Kate Moss mantuvo un noviazgo con el actor Johnny Depp hasta 1995, un amor que recuperaron brevemente durante unos meses en 1997, cuando rompieron definitivamente su relación y Kate empezó a salir con el guitarrista de U2, Dave Evans.
Drogas, alcohol y amor
En noviembre de 1998, Kate Moss ingresó en la clínica de reposo londinense 'The Priory' para tratarse de su 'agotamiento', asegura su publicista. Lo cierto es que abandonó la clínica un mes después y que más adelante, en marzo de 1999, declaró a la prensa que era la primera vez, desde que tenía 12 años, que desfilaba sin tomar drogas o alcohol.
Así, limpia, conoce en Nueva York al rockero británico Anthony Langdon, con quien anuncia su compromiso de boda en agosto de 1999 para romper unos meses después, cuando se enamora de Jesse Wood, hijo del guitarrista de los Rolling Stones, Ronnie Wood, con quien acabará a principios del verano de 2000 para desesperación de él.
Mamá de Lila Grace
Será en enero de 2001 cuando Kate Moss conozca a Jefferson Hack, con quien también planea casarse ese mismo verano, aunque nunca llega a haber boda; lo que sí hay es un embarazo de la modelo a quien, en mayo de 2002, el pintor Lucien Freud retrata embarazada, desnuda y a tamaño natural para una obra que se ha convertido en un referente, 'Naked portrait' ('Retrato desnudo'). El 30 de septiembre de 2002 nace la primera hija de Kate Moss, de nombre Lila Grace. Un año más tarde, en octubre de 2003, Kate regresa a las pasarelas tras la baja maternal y, al mes siguiente, rompe la relación con el padre de su hija, Jefferson Hack.
La celebración del 30 cumpleaños de Kate, con una fiesta con champán y caviar iraní, entre otras cosas, y que duró nada menos que 30 horas, suena como el pistoletazo de salida para uno de los años más locos en la vida de Kate Moss, que pasó los primeros meses de 2004 enamorada del cantante de Primal Scream, Bobby Gillespie, para después caer en los brazos del actor Daniel Craig.
Mientras tanto, entre amores, fotos, fiestas y desfiles, Kate recibió clases de interpretación de su amiga Gwyneth Paltrow; había decidido ser actriz en el futuro, una vez terminara su carrera como modelo.
Enamorada de Pete Doherty
2004, el año que había empezado tan salvaje, es también el año en que Chanel amenaza con no renovarle el contrato (aunque finalmente sí lo hará), y el año que termina reconciliada con su ex, Jefferson Hack, con quien pasó las navidades de ese año en familia, los tres, junto a su pequeña Lila Grace; un respiro hogareño después de tantos meses trepidantes.
Como era de esperar, no duró mucho la paz familiar, y en enero de 2005 Kate Moss se enamoró del músico Pete Doherty, que ya por entonces coqueteaba peligrosamente con las drogas duras y con quien Kate Moss rompió, vía SMS, pocos días después de su primera cita “porque es demasiado loco para mí”, tal y como aseguró la modelo.
La distancia entre ambos no dura demasiado y vuelven a reconciliarse unas semanas después, algo que se convierte en la rutina de la pareja: broncas sonadas y reencuentros que lo son aún más.
Fotos comprometidas
Todo da un vuelco en la vida de Kate Moss cuando, en septiembre de 2005, la edición web del tabloide 'Daily Mirror' publica unas fotos y unos vídeos de la modelo con Pete Doherty en un estudio de grabación donde se aprecia claramente cómo la cantante esnifa cocaína, lo que provoca un enorme escándalo que supone la pérdida de numerosos contratos publicitarios con firmas que apostaban por la imagen de Kate Moss para sus campañas. Un terremoto mediático que obliga a la modelo a disculparse por escrito, a ingresar en una clínica de desintoxicación de Arizona durante un mes y que le permite reincorporarse, poco a poco, a su estelar carrera profesional con portadas en numerosas revistas, nuevas campañas y un eco mediático incluso mayor del que tuvo antes del escándalo de las drogas.
“Todos creen que Kate ingresó en la clínica para combatir su adicción. No es cierto: lo hizo para salvar su carrera”, declaró a la prensa en diciembre de 2005 Pete Doherty a propósito del proceso de rehabilitación de su novia. Y, al parecer, no le faltaba razón: solo un año después, en septiembre de 2006, ya ganaba cuatro veces más que antes de que se publicaran sus polémicas imágenes. Kate Moss no solo había salvado su carrera, sino que la había disparado a cotas hasta entonces impensables.
Montaña rusa emocional
Kate Moss sigue en lo más alto, y comparte sus éxitos con Pete Doherty. Todavía. La pareja continúa montada en una montaña rusa emocional de la que la modelo decide bajarse en septiembre de 2007, cuando conoce al guitarrista de The Kills, Jamie Hince, con quien -esta vez en serio- se compromete a casarse y se casa, de verdad, después de algunas broncas y amagos de ruptura.
En julio de 2011, al fin, Kate Moss y James Hince pasaron por el altar, y ella lo hizo vestida con un espléndido traje diseñado por uno de sus grandes amigos, John Galliano, recién despedido de la casa Dior tras una serie de desagradables incidentes en bares de París.
En estos últimos años, Kate Moss no solo ha continuado ejerciendo como musa de modistos y firmas, sino que se ha atrevido a lanzar varias líneas de ropa y complementos diseñados por ella misma para distintas marcas al tiempo que se asentaba, más calmada, en su vida familiar.
La firma española Mango ficha a Kate Moss y a la que, dicen, es su sucesora Cara Delevigne para ser imagen de la colección de otoño invierno 2015-2016.