Sara Carbonero cuenta ya su séptimo mes de embarazo. Asegura que se encuentra muy bien y que querrá aguantar trabajando hasta diciembre, poco antes de salir de cuentas.
Más simpática que en anteriores ocasiones, con un vestido premamá de terciopelo azul noche de generoso escote que mostraba su pecho bronceado y cubierto de brillantina, la periodista se convertía en la anfitriona del desfile con el que Women Secret celebraba su 20 aniversario, para demostrar que “una embarazada puede ser sexy”. Sin embargo, confiesa que eso ahora no es lo que más le preocupa, sino su bebé, “esa persona que va a llegar y que me ha cambiado las prioridades” a la que, ahora, aún dentro de su tripita le pone música “nanas para relajarlo, pero también rock, guitarras y Michael Jackson”.
¿Estás nerviosa por el parto?
Nervios… Si lo pienso detenidamente sí. Tengo ese gusanillo, esa intriga de cómo se dará. Pero intento no pensarlo mucho.
¿Ya has empezado las clases de preparación?
Aún no. Estoy de siete meses, debería haber empezado… ¡pero aún no he tenido tiempo!
¿Para cuándo lo esperas?
Para diciembre o principios de enero. Justo en el límite de 2013 y 2014.
Ya sabemos el sexo, que será niño, pero ¿Y el nombre?
Tenemos dudas. Creo que lo vamos a decidir pegadito al nacimiento.
¿Iker tal vez?
Iker es un nombre bonito, me gusta. ¡Cómo no me va a gustar! Pero hay muchos más nombres. Hay que consultarlo, que un nombre es para toda la vida.
Decías que tenías miedo, y ¿un poco de miedo?
No temo a anda. Temor no tengo. Al revés, tengo todas muchas ganas, mucha ilusión. Quizás, eso sí, a encontrarte con la nueva situación y saber si vas a estar a la altura.
¿En qué ha cambiado Sara Carbonero con la inminencia de ser mamá? ¿Eres más responsable? ¿Más pasota? ¿Te resbalan las críticas?
No, no es que me resbalen las críticas, es que te cambia el chip. El poco tiempo libre que tengo es para pensar en ese momento, en esa persona que va a llegar que me ha cambiado las prioridades.
¿Cómo serás como madre?
(Risas) Primeriza. Pero me estoy leyendo una de esas guías de crianza para no ser una de esas madres pesadas y agobiantes.
¿Haces algo especial ahora?
Le pongo mucha música a la barriguita. Le pongo de todo. Las nanas de bebé para que se relaje, pero también le pongo guitarras, rock, Michael Jackson…
¿El embarazo te ha afectado a la salud?
Dicen que te vuelves más torpe, pero no. Yo no. No me he caído, que dicen que las embarazadas se caen o se tropiezan. Yo no.
¿Te da pataditas? Ha salido al padre?
Si que las da. Muchas, pero su padre hace paradas. (risas)
¿Hasta cuándo seguirás trabajando?
Trabajando quiero estar lo que me lo permita el cuerpo. Hasta diciembre poquito antes de antes de salir de cuentas. Eso es lo que digo ahora, que me encuentro muy bien, luego a ver qué sucede, pero me gustaría que lo más cerca posible de mi fecha de parto.
Luego habrá que recuperar la figurar. Dicen que eso te preocupa…
No me da miedo estar más gorda. Ahora estoy cuidándome lo justo, y después, lo primero será estar con el bebé y luego, claro, ponerme en forma.
¿Sabes ya si darás a luz en Madrid o fuera de España?
Lo he sabido siempre. Lo tenía claro la primera vez que lo preguntaste y ahora. Será en Madrid.
¿Y en el blog darás consejos de madre primeriza?
Me apetece mucho hacerlo. Me va a quitar mucho tiempo, pero me apetece que la gente que me sigue, que me quiere, que me apoya y está ahí, darle un trocito de mis cosas, compartirlo.
¿Y el peso te ha cambiado la forma de estar contigo misma? ¿De vestir?
No. Yo siempre he utilizado ropa muy grande, muy oversize, puedo ser utilizando mis prendas de siempre. Casi lo mismo.
¿Y se puede estar guapa y sexy?
Una mujer embarazada puede ser muy sexy.