Por si a alguien le quedaba duda de la energía y de la fuerza vocal del padre Damián, el andaluz demostró anoche que cada vez que pisa un escenario lo hace con una corte celestial de su lado. Sólo así se entiende que brille tanto con cada nota que su garganta emite.
Las batallas han comenzado en ‘La Voz’ y esto sólo puede significar una cosa: más tensión. Más tensión para los concursantes, que ahora miden sus fuerzas sobre un ‘ring musical’, y para los coach que deben elegir con que concursante se quedan. Y si descartar no fuera suficiente, también se plantea el hecho de que pueden darse robos. De buenas a primeras el concursante de un equipo puede pasar al de otro y prologar su estancia en el concurso, así le ocurrió ayer a Roxy, que del ‘team Alejandro' ha pasado al ‘team Malú', que tampoco está nada mal…
Roxy e Irene protagonizaron la batalla más emocionante. Fue un verdadero duelo en la cumbre y todos, tanto público, como coaches y asesores estaban absortos. Hacía tiempo que no veían nada igual. Finalmente, y ante la decisión (muy meditada, por cierto) de Alejandro, al cantante se le quedaba un poco el corazón ‘partío’ al escoger a Irene y tener que eliminar a Roxy. Suerte que Malú ya le había echado el ojo, y la quiso para sí. Si el año pasado ganó, en esta nueva edición la sobrina de Paco de Lucía vuelve a ir a por todas.
También vivimos un momento precioso cuando Rosario, esta vez en calidad de asesora de Malú, volvía al programa. Tuvimos grandes raciones de genio, gracia y sabiduría con ella sentada al lado de los coach.
Y volviendo al padre Damián, muchos lo ven ya como el gran triunfador de la edición 2015 del concurso, pero él, sin dejar de sonreír, no se lo toma demasiado en serio. Los italianos ya sentaron precedentes el año pasado al nombrar a sor Cristina la Voz de Italia del 2014, ¿seguiremos aquí sus mismos pasos?