Cumplir un sueño, eso significa Supervivientes para Isabel Pantoja, y así lo ha repetido en innumerables ocasiones. Pero el reality es un camino largo –o eso espera ella- lleno de rosas pero también de espinas. Las noches son lo más duro de la estancia en Honduras, y la tonadillera ha caído en sus redes con sus primeras lágrimas desconsoladas desde que arrancara el reality.