La reina Letizia recibe, para sus hijas Leonor y Sofía, el regalo más ‘fantástico’ de todos: “Voy con cuidado”

Qué difícil resulta regalar a una persona que se reconoce como apasionada lectora. De hecho, este fue uno de los primeros rasgos que conocimos de ella cuando se presentó al público como prometida del entonces príncipe Felipe. “Nos encanta leer”, dijeron a la prensa, durante su compromiso oficial, de hecho, el regalo que ella le hizo a él fue una primera edición de ‘El doncel de don Enrique el doliente’, de Mariano José de Larra. Haciendo un contundente alegato a favor de la cultura.

21 años después de aquello, Letizia sigue sin perdonar una ocasión para renovar su compromiso con las artes y todo aquello que la remueve especialmente. Por eso, cuando el viernes 9 visitó la mítica Cuesta de Moyano, “la calle en la que más se lee”, la expectación en torno a ella era máxima. Y ella lo sabía. “Voy con cuidado de qué tocar porque luego se interpreta…”, recogió El País. Nuestra Reina sabe que libro que toque, libro del que se va a hacer un tema que se titule: “las 10 lecturas favoritas de Letizia”, así que se fija y toca, con precaución. Muy consciente (aún más) del escrutinio que después se hará de sus movimientos. 

Pero, como finalmente las ganas puede más que la prudencia, al final, la consorte tocó y se empapó de todas las propuestas libreras. Para ella se llevó varios ejemplares, de Edgar Allan Poe a Stefan Zweig, con lo que quizás no contaba era con acabar con regalos para sus dos hijas. 

Los regalos especiales para Leonor y Sofía

La Asociación Cuesta de Moyano tuvo con Letizia varios detalles. Primeras ediciones, que ella valoró y apreció, como un ejemplar de ‘Las noches del Buen Retiro’ y otro ‘El mundo es ansí’, ambos de Pío Baroja y ‘La dama joven’, de Emilia Pardo Bazán; pero quizás, el más personal de todos fue el que esta recibió no para ella, sino para sus hijas. Un obsequio de lo más especial y perfecto para leer en la adolescencia.

Desde hoy, Leonor y Sofía son las orgullosas propietarias de una edición especial, de El Señor de los Anillos, ilustrada por el propio Tolkien; y que recoge desde el primer tomo de la saga hasta el último, para que las hermanas puedan hacer el recorrido completo por toda la Tierra Media de la mano de Frodo Bolson. Por si la princesa no había tenido suficiente aventura abordo de Elcano. 

Un regalo de lo más personal y muy pensado para las jovencitas, a quienes, a buen seguro, su madre les habrá inculcado esta afición por las letras y la lectura. De hecho, Pilar Eyre asegura que la pequeña, Sofía, se muestra muy cercana a esta rama del saber. Le gusta el mundo de la comunicación, escribe con gracia y soltura y nos podría sorprender escogiendo una carrera en el mundo de la comunicación. De tal palo…

Y eso no fue todo, si estamos hablando de sagas y de familias dedicadas a contar historias y a escribirlas, no podemos dejar fuera a las prolíficas hermanas Brönte. Letizia también recibió para sus dos hijas una primera edición de las ‘Obras Selectas’ de estas.

Las escapadas de incógnito de Letizia

Al principio de la jornada, los libreros no tenían claro si acertarían con sus obsequios, como decimos, siempre es complicado regalar a una persona que es una ávida lectora. ¿Será de su agrado? ¿Lo tendrá ya en la colección? ¿Aborrecerá a este autor? Pero todas las dudas se disiparon cuando la sonrisa franca de la consorte agradeció cada uno de los detalles y de la atención recibida; prometiendo regresar más tranquilamente, en solitario, y sin la comitiva que esa mañana la aguardaba y no le permitía detenerse como ella realmente deseaba. 

De hecho, estas escapadas fuera de agenda son de lo más habituales en ella. Lo hace cada año tras inaugurar La Feria del Libro, cuando, varios días después del acto oficial, recorre sin prisa las casetas de sus editoriales preferidas, dejándose aconsejar por las novedades y comprando aquellos libros que ya traía apuntados en su ‘wishlist’ desde casa. 

Para Letizia, que se ha afanado en brindar la mejor educación a sus dos hijas, que estas también sean unas apasionadas de los libros es un verdadero premio. Quizás estas, el día de mañana, se conviertan en las compañeras con las que recorrer, de incógnito, ferias libreras. Por su parte ha puesto.