Soraya nos descubre qué es lo que más le pone

Soraya viajó a Galicia, donde participó en un programa de la televisión autonómica, y después se fue a Marruecos, donde tenía que cumplir un compromiso profesional. A Soraya le encanta Marruecos. "Creo que en otra vida yo debí ser marroquí", confesó.

"Ya estamos aquí". Soraya llegó al hotel donde ella y su equipo se alojaron en Marrakech, ciudad en la que actuaría por la noche.

Antes de actuar, Soraya tuvo ocasión de relajarse y descansar un rato en el magnífico hotel en el que se hospedó.

Con un mono de Alma Modas, "Cómodo y para bailar mucho". Soraya actuó en uno de los escenarios naturales más espectaculares de Marrakech, la Palmeraie, un inmenso palmeral que la cantante no nos pudo mostrar por ser de noche.

La organización le preparó una jaima –típica tienda bereber usada en el desierto–  para que estuviera cómoda antes, durante y después del concierto. "Me sigo reafirmando en mi amor por Marruecos. Me encanta todo esto. Y en confianza, esto es súper erótico para las parejas. Imagináis una jaima en el desierto con tu pareja...". El mensaje iba claramente dirigido a su chico, Miguel Ángel Herrera.

En la jaima, a Soraya y a sus compis no les faltó de nada. A pesar de ser una tienda estaba acondicionada con todo lujo de detalles, incluida ducha con agua caliente. "Aquí mis toallitas, mi sofá, tengo ducha...", explicó Soraya.

La organización también preparó un copioso cátering, con cordero, cous-cous, pollo y todo tipo de manjares.

Y, cómo no, los famosos pastelitos árabes, que son deliciosos y a los que Soraya no se pudo resistir.

"Mala idea que nos hayan traído tanta comida antes del concierto", decía Soraya, encantada en el fondo con todas las atenciones que la organización les brindó a ella y a su equipo. Y sí, parece que se pusieron las botas.