El brutal zasca de Ana María Aldón contra Rocío Flores

13 de marzo de 2022, 10:00

El matrimonio de José Ortega Cano y Ana María Aldón está en boca de todos desde que el pasado fin de semana, la colaboradora dejara entrever que no estaba pasando su mejor momentos. Este sábado, la diseñadora ha dado la cara una vez más en 'Viva la vida' y lejos de mostrarse comedida y dar un paso atrás ha hablado con rotundidad de la que es su vida.

Ana María Aldón le reconocía a Emma García que Ortega Cano no le había hecho ningún comentario al respecto, algo que le ha dolido: "Yo esperaba una reacción pero no ha habido respuesta", confesaba visiblemente apenada. Al margen de esto, la diseñadora ha querido dejar muy claro que sus palabras jamás las pronunció para hacer daño a su marido: "Mi marido es muy buena persona y nunca le haría daño. Lo que dije públicamente no le debe sorprender a él", puntualizaba dejando entrever que el torero sabe a la perfección cuáles son sus sentimientos.

La diseñadora veía los comentarios que se habían hecho sobre sus declaraciones a lo largo de la semana y no dudaba en hacer hincapié en las palabras que le dirigió Rocío Flores con un sonoro zasca. La hija de Rocío Carrasco salió en defensa de su 'tata' dejando entrever que lo que comentaba Ana María no era verdad: "Él se desvive por su familia". La colaboradora no ha tenido más remedio que responder y lo hacía con un sonoro zasca: "Me sorprende que no hable de sus temas y hable de mi matrimonio pero respeto la opinión de todo el mundo", ha manifestado sin titubeos haciendo referencia al silencio de la joven con respecto a su ruptura o no con Manuel Bedmar. Una grieta entre ellas que se hacía aún más grande."Ella dice que mi marido se desvive por los demás pero yo también", zanjaba.

Al margen de esto, Ana María le ha dado un recado a todos los que opinan sobre su vida: "A nadie le digo lo que tiene que hacer, lo que tiene que decir… No me meto nunca en la vida de nadie y trato de ser lo más respetuosa posible y solo espero lo mismo", aunque a su vez admitía que no esperaba comprensión por parte de nadie.