La familia de Daniel Sancho se encuentra muy afectada por todo lo ocurrido. Así lo confirmaban este pasado fin de semana varias voces tras haberse puesto en contacto con el entorno del hijo de Rodolfo Sancho. La grave acusación del presunto asesinato de Edwin Arrieta en Tailandia ha dejado a todos los que conocían a Daniel conmocionados. Y, por supuesto, mucho más a su familia. Discreta y alejada de los focos, Silvia Bronchalo, madre de Daniel, ha roto su silencio de forma breve y escueta justo cuando se conocía el ingreso en prisión preventiva del joven.
Resguardada del foco mediático desde que terminase su relación con el actor Rodolfo Sancho, Bronchalo pretende seguir en un segundo plano. El viaje del padre del joven hasta Tailandia para estar a su lado ha sido el gesto que ha hecho la familia. En cuanto supo de la noticia, Sancho hizo las maletas para estar con su hijo en esta complicada situación. ¿Qué ha dicho su madre? Hasta el momento no habíamos tenido manifestación alguna de Silvia Bronchalo. Ha sido este martes en el programa que conduce Diego Losada.
“Ha querido decirnos que estamos haciendo una película de todo esto sin saber nada”, explicaba Leticia Salas. Desde 'En boca de todos' habían logrado ponerse en contacto con Silvia Bronchalo que, de forma breve y sin dejar margen a nada más, había querido desvincularse de la repercusión mediática de la acusación que pende sobre su hijo.
Rodolfo Sancho, en Tailandia acompañando a su hijo Daniel
La situación a la que se enfrenta Daniel Sancho es altamente complicada. El hijo del actor Rodolfo Sancho ha pasado sido enviado a prisión provisional este lunes. Después de haber sido detenido como supuesto responsable del asesinato de Edwin Arrieta, el joven era puesto a disposición judicial para que se decretasen las medidas oportunidad a la espera de la celebración del juicio. Como no podía ser de otra forma, Sancho ha sido enviado a prisión en Samiu, isla vecina a la que se encontraba detenido. Algo que el propio Daniel ya contemplaba.
Sancho, en conversación con una reporta de 'El programa del verano', ya daba por sentado que terminaría este lunes en una celda de una prisión junto a otras viente personas. Algo que, de momento, no ocurrirá ya que por protocolo anti-covid, el joven permanecerá diez días aislado y sin recibir visitas. Tan solo su abogado podrá ponerse en contacto con él. La familia Sancho ha designado un nuevo letrado pero todavía no ha podido reunirse con su clientes.
Daniel Sancho se autoinculpaba como responsable del asesinato de Edwin Arrienta ante las autoridades policiales y, según se ha publicado, ha hecho lo mismo ante el juez del Tribunal provincial.
![El programa del verano](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 673"%3E%3C/svg%3E)
Daniel Sancho ha concedido sus primeras palabras a un medio español; se trata de una conversación con 'El programa del verano'
Daniel Sancho se dirige a su familia y a su novia
Hasta este lunes tan solo habíamos podido leer la primera declaración que había realizado Daniel Sancho ante la policía. Un testimonio en el que se declaraba culpable. “Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”. Tendrían que pasar unas horas hasta que pudiésemos escuchar la voz del hijo de Rodolfo Sancho.
En una breve conversación telefónica mantenido con una reportera de 'El programa del verano', Sancho reconocía encontrarse cenando con los policías en uno de los mejores hoteles de la isla y lo hacía con su propio teléfono móvil. Una situación del todo inusual y que no podría haberse realizado en nuestro país. Sancho aseguraba estar bien atendido por los agentes y le dedicaba unas palabras a su novia Paula.
“No me va a esperar ni debe. Que sea feliz y siga con su vida. Esto no es la antigua Roma ni estoy conquistando la Galia, llevábamos cinco años juntos”, aseguraba Sancho por mensaje. Consciente de su situación, el hijo de Rodolfo Sancho se desmarcaba ya de la que había sido su pareja durante cinco años y encaraba su inminente futuro en prisión.