‘Mario: una vida en palabras’, la serie autobiográfica de Mario Vargas Llosa (86 años), ha visto la luz en un momento muy convulso para el Premio Nobel por su reciente (y polémica) separación de Isabel Preysler (71 años). Grabada a lo largo del último año, la socialité aparece en muchos momentos para hablar de cómo es el día a día del Premio Nobel, imágenes que cobran más significado si cabe por el punto en el que se encuentra su relación.

Al margen de la relación entre los protagonistas, hay una secuencia que cobra un interés especial: el encuentro que Isabel, Mario y su hijo Álvaro mantuvieron en Nueva York y con el que sale a la luz la verdadera relación que la madre de Tamara Falcó mantenía con el hijo mayor de su pareja.

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Mario Vargas Llosa y Josefina

Sentados en un banco en medio de un enclave muy natural entre árboles, los tres hablan de la vida y de cómo la presencia de los medios de comunicación ha impactado en la vida de todos ellos. Álvaro le pregunta directamente a Isabel cómo vive con la continua presencia de los fotógrafos a las puertas de su casa, algo que la reina de corazones ya vive con total naturalidad: "En mi casa siempre hay alguien que les merece la pena. Pero a pesar de todo, dentro de ese mundo estoy en su sitio privilegiado". "Es muy incómodo", se quejaba Mario.

Álvaro Vargas Llosa con Isabel y Mario

El encuentro "secreto" entre Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa y su hijo Álvaro

Centro Ricardo Salinas Pliego

Esta charla pone de manifiesto que Álvaro nunca ha tenido ningún problema por compartir tiempo y espacio con Isabel Preysler, e incluso se llevaban bien. De hecho, en un momento dado protagonizan un gesto de complicidad y rompen a reír con la reflexión final del ensayista, quien les invita a pasar más tiempo en Nueva York, donde pueden disfrutar de más libertad.

Por aquel entonces, nada hacía presagiar que todo saltaría por los aires unos meses después...

Morgana y Gonzalo, los hijos de Mario Vargas Llosa que siempre dijeron NO a Isabel Preysler

A diferencia de Álvaro, que nunca se distanció de su padre, Morgana y Gonzalo nunca vieron con buenos ojos el noviazgo de su padre con Isabel Preysler. Su malestar fue tal que no dudaron en señalarla públicamente como la culpable del fin del matrimonio de sus padres. Esa relación fue "fruto de una infidelidad", llegó a decir Gonzalo. La decepción de ellos fue tal que no dudaron en distanciarse de su progenitor durante años.

Fue el propio Vargas Llosa quien contó a sus hijos que su relación con la reina de corazones había llegado a su fin, algo que les hizo muy felices. "No la soportaban (...) La querían lejos de su padre", confesaba una fuente cercana a la familia a la revista 'Semana'. Lo que es una realidad es que la separación ha traído consigo el reencuentro del Premio Nobel con sus tres hijos.