Sara Carbonero se confiesa: "Me ha costado sufrimiento aceptar que todo está de paso"

Después de la tormenta, llega la calma. Este podría ser un resumen muy preciso del gran momento personal y profesional que atraviesa Sara Carbonero. Poco dada a convertirse en protagonista de la noticia y a someterse a 'terceros grados', la periodista hace balance de los últimos acontecimientos de su vida.

 Su estado de ánimo inunda su visión de todo lo que ha vivido, que no es fácil, empezando por esa "patada en el culo", la manera en la que se refiere a aquel trago duro al que tuvo que hacer frente después de que Iker Casillas sufriera un infarto.

"Cuando aceptas y asumes que todo está de paso, se vive más tranquilo, te llega la calma", afirma, "me refiero a disfrutar el momento presente", y continúa al respecto, "me ha costado algo de sufrimiento, lo he aprendido con experiencias menos agradables". Una reflexión final con esa pequeña pizca de amargura implícita en esa 'saudade' a la que tanto alude y que lleva tatuada.

Su separación de Iker Casillas no fue una "patada en el culo", pero por ser una pareja tan mediática, tuvo el inconveniente de vivir este proceso de manera pública. A pesar de ello, y de ser una persona muy celosa de su intimidad, no tiene un mal recuerdo del momento en que explotó la noticia cuando Lecturas la publicó en exclusiva. "Lo llevé con mucha naturalidad", sostiene.

"Creo mucho en la confianza y si se pierde, se pierde todo. Es importantísima la honestidad, la responsabilidad afectiva", afirma también en Harper's Bazaar. Unas palabras que toman una dimensión especial y un mayor peso cuando se la relaciona con el músico Kiki Morente. Fiel a su timidez y a su discreción, Sara Carbonero no suelta prenda sobre su corazón, pero se siente en armonía consigo misma y en una etapa de plenitud, que ya es mucho.