Sálvame: Lydia Lozano se rompe: "Mi premio fue el abrazo de Charly tras Sálvame Okupa"

Si ha habido una concursante de 'Sálvame Okupa' que lo ha dado todo esa ha sido Lydia Lozano. La colaboradora de televisión ha entrado en polémicas, ha hecho reír, ha dado momentos antológicos, ha llorado, se ha mojado sobre sus compañeros... En definitiva, ha brillado como nunca.

Lydia llegaba a la final con la convicción del trabajo bien hecho y feliz porque su compañero Víctor Sandoval se alzaba con el maletín de los 6.000 euros, que tanta falta le hacen. Todavía con la resaca de su reñida 'disputa' por la victoria del reality exprés de Telecinco, la tertuliana se abría en canal en directo y desvelaba cuál ha sido su mayor miedo dentro de la casa.

Ni que se contara alguna indiscreción sobre ella dentro de Guadalix. Ni sufrir un accidente. Ni siquiera hacer algo inapropiado que despertara la ira de la audiencia, con el consecuente castigo ejemplar o, peor, la expulsión. El auténtico temor de Lydia implicaba a las dos personas más importantes de su vida: su marido y su madre.

Muy celosa de su vida privada, Lozano ha hecho una excepción este martes en 'Sálvame' durante la entrevista que ha conducido Paz Padilla. Su experiencia en 'Sálvame Okupa' que bien valía seguir mostrándose real y humana como lo ha hecho en su encierro. Todo transcurría en un tono distendido y amable, cuando Lydia no ha podido evitar romperse y desvelar los miedos con los que ha convivido estas 72 horas dentro de Guadalix.

"He estado preocupada por Charly y por mi madre", soltaba entre sollozos, y de manera inesperada. Su marido y su madre son su mundo, está muy ligada a ellos, y más cuando el arquitecto se ha sometido recientemente a la operación de una hernia cervical.

Si bien, les ha echado mucho de menos, su mayor preocupación era no defraudarles con ninguna actitud o salida de tono. "Yo iba como Antonio Montero, muerta de miedo, por no decepcionarles", reconocía al fin.

Pero todos sus miedos han sido infundados. Tanto Charly como su madre no pueden estar más orgullosos de ella y, emocionada, ha contado cuál ha sido para ella el mayor premio de toda esta experiencia: "Cuando llegué a casa, el abrazo de Charly me supo a gloria. Ese fue mi maletín, el abrazo de Charly".