Rodolfo Sancho (48 años) ya se encuentra en España. Después de pasar una semana y un día en Tailandia, el actor ha regresado a Madrid junto con los abogados que llevan el caso de su hijo Daniel Sancho (29 años). Durante su estancia, lo hemos visto realizar gestiones bancarias, visitar los juzgados para recopilar información y visitar al joven chef.
Todo ello para mejorar la situación de Daniel y construir una buena defensa de cara al juicio que podría tener lugar a finales de este año. Antes de volver y reunirse con Xenia Tostado, el protagonista de 'El Ministerio del Tiempo' lanzó un sincero mensaje y contaba cuál era el verdadero estado de su hijo en en la cárcel de Koh Samui.
"Estoy gratamente sorprendido, me he quedado muy tranquilo", afirmaba ayer Rodolfo, tal como recoge 'El Español'. El intérprete, tras haber podido ver y hablar con su hijo, se encontraba más en calma y con una idea más clara de en que circunstancias se encuentra su hijo. Y es que, desde que Daniel fue encarcelado a principios de agosto, Rodolfo no había podido comprobar con sus propios ojos cuáles eran las condiciones en las que estaba viviendo el joven ni cuál era su estado.
El verdadero estado de Daniel Sancho en la cárcel
De hecho, la situación anímica y su vida en la prisión han sido dos de las cuestiones que más interés han generado. Sancho resolvía las dudas al contar cómo estaba su hijo. "Está cuidado por gente tremendamente amable, que es lo que me he dado cuenta, que es la gente en este país", revelaba.
Al parecer, según el actor, Daniel "está muy bien alimentado, incluso ha cogido peso" y los funcionarios y agentes del centro estaban "muy atentos a que él se adapte", tal como ha mostrado el programa 'Fiesta'. Así, las autoridades de la prisión estarían pendientes de la situación del joven. Además, Daniel tiene ciertos momentos de esparcimiento para no pensar en su complicada situación. "Ellos tienen un gimnasio, donde hace boxeo y Muay Thai, que le encanta", ha contado el actor. De esta manera, Daniel no estaría en una situación, en su día a día, tan precaria como se podía pensar.
Las visitas a Daniel Sancho en la prisión de Koh Samui
Desde el principio, cuando ingresó en la cárcel de Koh Samui, se dijo que el joven no tendría ningún trato de favor y tanto él como sus familiares deberían seguir las normas habituales para los presos. No obstante, poco a poco, algunas informaciones y datos han dejado entrever que Daniel sí disfrutaría de algunas condiciones un poquito mejores que el resto de presos.
Una de ellas son las visitas, algo que describía Rodolfo Sancho en su último mensaje antes de irse de Tailandia. El actor pensaba que los horarios de la cárcel serían "muy férreos", pero las autoridades y agentes del centro han sido bastante flexibles. "Me han dejado estar mucho más tiempo con Daniel del que estaba previsto y estipulado", contó, tal como informa el mencionado diario.
Y no solo eso. Normalmente esas visitas están supervisadas por policías. De hecho, la primera vez que Silvia Bronchalo (48 años) y Daniel se encontraron, fueron los agentes quiénes detuvieron la visita al comprobar el estado de ansiedad en que ambos se encontraban. En cambio, según el hijo de Sancho Gracia, en su caso no les han incomodado durante sus encuentros. "Han entendido que son conversaciones íntimas entre padre e hijo, también con los abogados y han sido totalmente respetuosos", explicaba Rodolfo.
¿Trato de favor a Daniel Sancho en la prisión de Koh Samui?
Conocer en que condiciones vive Daniel llama la atención de muchas personas. Sabiendo esto, un preso que compartió encierro con Daniel habló sobre el día a día del hijo de Silvia Bronchalo en la prisión tailandesa de Koh Samui. Según este hombre, que hablo con 'Y ahora Sonsoles', Daniel es el preso 'rico' y sí que tiene privilegios. "Él pide cosas. La cama que tenía era muy fina y pidió una mejor", explicó. Además, Daniel tendría derecho a "más llamadas con su familia y más visitas".
Esto estaría ligado con el nivel adquisitivo que obtiene Daniel. "Tiene mucho dinero porque su madre ha ido varias veces", ha contado. Silvia, primero hizo un ingreso de unos 4.000 bats, lo que serían unos 104 euros al cambio, y realizó un segundo ingreso de una cantidad algo menor, de unos 70 euros. Se trata de una cantidad elevada, una que no todo el mundo puede pagar. Además, en cada visita también puede dejar comida extra y bebidas.
Con este dinero que le entrega su madre, Daniel Sancho puede utilizar este dinero para pagar por mejores comidas con un gasto máximo de 14 euros al día. Además, puede incluso pedir comida al exterior y tiene la oportunidad de darse un masaje a modo de "premio" e incluso pagar a alguno de sus compañeros para que le limpien, laven la ropa o hagan la cama.
Es por esto que, a pesar de que los responsables de la institución penitenciaria han asegurado en todo momento que el trato es el mismo para todos los presos, este antiguo compañero afirma que el chef "tiene más privilegios en compación con el resto".