Un año después de su paso al frente en el mundo de la televisión, Rocío Flores se encuentra en uno de los momentos más estables de su vida. Disfrutando de su independencia junto a Manuel Bedmar, la hija de Antonio David Flores tomaba una determinación que ha seguido a rajatabla y no es otra que la de alejarse de los focos.

Rocío Flores está volcada en sus estudios, compromisos profesionales y el deporte. Después de bajar más de 16 kg en Honduras, la joven se ha cuidado al máximo. Además de apostar por una buena alimentación y el deporte, se ha sometido a un tratamiento epigenético para eliminar la grasa y moldear la figura, rayos UVA para mantener el bronceado, maderoterapia... Un sin fin de métodos que le han ayudado a mantenerse.

Sin embargo, era su última operación estética la que nos dejaba a todos con la boca abierta. Rocío Flores eliminaba las bolas de Bichat de su rostro y el resultado final es asombroso. Cuando está a punto de cumplirse un mes de esa cirugía, la joven luce un rostro mucho más perfilado y está no puede estar más encantada con el resultado.

Rocío Flores era fotografiada mientras disfrutaba de una tarde de risas entre amigas. Con un look casual compuesto por jeans de corte recto, camiseta AC/DC, chaqueta de punto gris y zapatillas Converse de plataforma, la hija de Antonio David Flores se despedía para poner rumbo a su casa donde le esperaba una reunión telemática.

Rocío Flores (cigarro pixelado)

Rocío Flores, por las calles de Málaga

Gtres

Rocío Flores ha abandonado su lucha por llegar a un entendimiento con su madre, Rocío Carrasco, después de más de siete años de silencio. La joven, de 24 años, mira al futuro con ganas aunque no olvida sus raíces y es que hace apenas unos días se tatuaba la firma de sus abuelos maternos: "Siempre en mí corazón".