MasterChef Junior 3 enfila sus últimos programas. Ya se ha producido la anunciada repesca y tenemos buenas noticias para todos los ‘covadongers’, ¡nuestra musa ha vuelto a las cocinas! Se ganó su plaza con unas migas, que, según explicaron los jueces, fueron las mejores ya que estaban en su punto de grasa, sal y textura. ¡Bien hecho, Covi!

Pero antes de ver el regreso de los expulsados al programa, los niños tuvieron que superar la primera prueba de la noche que era cocinar un besugo al horno ante la atenta mirada de dos súper chefs como son Carme Ruscalleda y Raül Balam (su hijo). En la prueba se lució la más pequeñina de todos, Laura, que consiguió ser la capitana de la prueba en exteriores.

En Mérida, capital gastronómica del año 2016, se reencontraron con sus amigos y no solo a los que han conocido entre fogones, que también, sino que los niños cocinaron para sus amigos más íntimos. Bajo un sol de justicia y rodeados de avispas (en serio, ¿dónde había colocado a las pobres criaturas?) prepararon platos típicos de la cocina extremeña, de ahí que Cova se jugara el todo por el todo con sus migas.

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Vimos a una Laura, que tal vez por las ganas que tenía de que su ‘Tato’ volviera al programa no brilló como capitana y cuando supo que las migas de Hugo no estuvieron a la altura acabó llorando.

De vuelta en el plató, y ya con Covadonga y Ramón reincorporados a las filas de los aspirantes, los niños vivieron una subasta de ingredientes. Los niños pujaban con tiempo por alimentos como: cocodrilo, huevos de avestruz, sesos o pulmones de cordero. Fue una de las pruebas más difíciles de la que solo pudieron salir airosos si empleaban la cabeza a la hora de cocinar. Por ejemplo, a Álvaro le quedó un gran guiso con la carne de cocodrilo porque la preparó como si fuera un plato de cuchara normal de los que haría con su abuela, importándole bien poco el origen de la materia prima. Pero el que estuvo más sobresaliente de todos fue Lukas que preparó un plato de asaduras  que hizo relamerse a los jueces, sobre todo a Jordi, que no puede evitar reconocerse en el niño cada vez lo ve.

Lamentablemente, tres aspirantes tuvieron que decir adiós a sus compañeros. Este programa nos han dejado la expresiva Chloe, la dulce Martu y Ramón, que lo mismo que entró, se marchó.