Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS
Según apunta la prensa internacional, parece que ya hay fecha para la muerte de Bobbi Kristina Brown. En estado vegetal desde que fuera encontrada inconsciente en la bañera de su domicilio el pasado día 31 de enero, la vida de la joven ha estado pendiente de un hilo.
“Sólo un milagro la salvaría” le dijeron los médicos a su padre, el músico Bobby Brown, que, desde que se enteró de la noticia, ha estado día y noche al lado de la cama de su pequeña. Acariciándole el pelo, susurrándole palabras de cariño y cantándole. Estos días han sido una verdadera pesadilla para él. El drama llegó a su cénit el día 5, su cumpleaños, cuando los médicos pronunciaron las palabras que nunca le hubiera gustado oír a Bobby: “Déjela marchar”. Los doctores sabían que poco podían hacer por la recuperación de la joven de 21 años, cuya actividad cerebral es prácticamente nula, así que le recomendaron que desconectara las máquinas que la mantenían con vida. Una decisión demasiado dura para ser tomada por un padre.
Desde entonces, Bobbi ha recibido más visitas. Para estar a su lado ha volado hasta Georgia su abuela materna, Cissy Houston, quien ha encendido velas y ha estado rezando por ella todo este tiempo. Brown padre pidió que todos sus fans y los fans de Whitney hicieran vigilias por su hija, en las que se pidiera por su alma y por un milagro que la trajera de vuelta.
Ahora parece que el padre de la joven ha tomado una decisión. Según apunta The New York Post, la familia querría que Bobbi Kristina fuera desconectada el 11 de febrero, el mismo día en el que se marchó para siempre Whitney Houston. Ahora podría hacer lo mismo su hija, quien se iría en paz 3 años después de haber despedido a su madre. La idea habría surgido de Cissy, que cree que esta podría ser una emotiva manera de que madre e hija estuvieran unidas en el recuerdo de los que más las quieren.