Aunque un poco tardío debido a las altas temperaturas con las que ha arrancado el mes de octubre, el otoño ha llegado, y no hay lugar mejor para sentir el verdadero espíritu de la época otoñal que en el norte de España, en la revista National Geographic sabe y lo dejan bien claro. Por esta misma razón han escogido este pueblito de Navarra como su favorito del mes. Hablamos de Ochagavía ubicado en el valle del Salazar a las puertas de la selva de Irati.
Este pequeño pueblo de tan solo 495 habitantes es prácticamente de película. Se encuentra completamente empedrado, atravesado por el río Anduña y especial por teñirse de rojo con los pétalos que caen de los geranios rojos. Un retiro ideal donde prácticamente solo se escuchan los pasos de sus pocos habitantes y los sonidos de la naturaleza. Este lugar donde desconectar a 85 kilómetros de la ciudad de Pamplona.
Mucha historia en plena naturaleza.
Para los amantes de la naturaleza, de los paisajes o simplemente aquellos que quieran estar en plena tranquilidad Ochagavía es el sitio idóneo que posee una historia muy interesante. Y aunque el pueblo de Ochagavía sufrió un fuerte ataque por el que fue reconstruido, en 1984 durante la Guerra de la Convención la cual provocó un grave incendio que arrasó gran parte de las estructuras del pueblo. Este fue reconstruido completamente siguiendo los patrones y estilo característico que poseía y retomando toda su historia. El nombre del pueblo proviene de la combinación de dos palabras las cuales traducidas al castellano significan 'lobo' y 'nido' o 'nido del lobo' ya que antaño existía un gran temor, debido a su cercanía al bosque, de la presencia de lobos. Pero desde el siglo pasado no se ha visto ninguno cercano a la zona, no obstante el lobo siempre será un símbolo para este pueblo.
También cuenta con un puente medieval, tres palacios medievales y una iglesia la cual data en el siglo XVI y posee en su interior varias representaciones renacentistas y barrocas que aún se conservan. Y eso no es todo, también se encuentran a pocos kilómetros la ermita de Muskilda, a demás de un curioso museo que es el único museo, laberinto y cementerio del mundo a demás de la Antigua Fábrica de Armas de Orbaizeta.
También encontramos varios comercios donde tomar algo y una pequeña tienda de productos locales para poder disfrutar de la gastronomía del lugar la mayoría de estos productos completamente artesanales.
Iglesia de Ochagavía. National Geographic
Otra gran atractivo de este pueblo tan bonito es la historia de sus casas, de piedra y pintadas de blanco, tejados a dos aguas y puertas de madera en este pueblo se ha convertido en un símbolo familiar incluso por encima de los apellidos. Las personas de esta localidad son identificadas muchas veces por el lugar donde viven mas que por otras referencias, ya que ni siquiera poseen nombres de calles y la manera de identificar cada vivienda es por los nombres de cada casa los cuales se encuentran plasmados en las entradas de las mismas. Destacan a demás la cantidad de flores que podemos ver a lo largo de los balcones de todas las casas y los 'eguzkilore' , esta planta es un símbolo de la mitología vasca para la protección del hogar.
Calles de Ochagavía. National Geographic
¿Por qué deberías viajar a Ochagavía?
Si con todo lo anterior aún no te han entrado ganas de coger las maletas e ir a visitar este encantador pueblo, aún podemos darte algún motivo más por los cuales visitar al favorito de octubre.
El norte de España ya es conocido por sus frondosos bosques y su gran naturaleza y de eso no escasea tampoco este pequeño pueblo de Navarra, es una excelente opción para descubrir la naturaleza mientras caminas, porque como ya mencionamos a tan solo 10 kilómetros del pueblo se encuentra una de las puertas para adentrarse en la Selva de Irati, nombrado como el segundo bosque de hayas más grande de Europa y donde también encontramos uno de los picos más altos del pirineo navarro, el Monte Uri.
Para los amantes de los planes más festivos este pueblo también destaca por la fiesta más importante de este lugar, llamada Orchipean que consiste aprovechar el ambiente del lugar para hacer una pausa en el tiempo, se tapa cualquier elemento que pueda conectar con la actualidad y se recrea la época de 1900. Al recorrer las calles podemos ver plasmados diferentes oficios de la época a demás de un mercado local lo que hace de esta festividad algo único.
A estas alturas estarás más que seguro que Ochagavía es un lugar auténtico que vale la pena visitar, ¿te perderías una escapada otoñal como esta?