¡Cómo está siendo de agitada la vuelta al ‘cole’ estilístico de los ‘coaches’ de ‘Cámbiame’! Cristina Rodríguez parece no haber hecho los cuadernos de repaso este verano y, a su vuelta, se ha topado con dos tremendo ‘cates’. El martes Pelayo se horrorizó con su cambio, y hoy no ha hecho pleno, tanto el asturiano como Natalia Ferviú la han suspendido.

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Esta vez, Cristina, la profesional con más años invertidos en la moda del plató, se enfrentaba al reto de cambiar a dos cuñadas con mucha guasa. Verónica y Lola son limpiadoras y tienen una habilidad única para inventar letras a canciones conocidas. Su humor es su principal baza y es lo que consigue que las horas en el trabajo pasen volando. Cristina pensó para ellas un look muy parecido, pero con puntos diferentes. Y esto, precisamente, ha sido lo que no le ha gustado a sus compañeros.

Tras cruzar la pasarela, Pelayo tiraba de sinceridad. “Yo tengo un problema. Ellas se pasan la vida vestidas igual y vienen a ‘Cámbiame’ y las vistes súper parecidas, por no decir idénticas. ¿Y sabes qué es lo que pasa con esto? Que me hace, automáticamente, ver quién está más guapa de las dos. Si fueran vestidas diferentes, no pensaría quién está más guapa. Así tiendo a elegir… y eso, incluso, me hace a mí sentirme mal”.

Por su parte, Natalia arrugaba el gesto cuando le tocaba dar su opinión. Esta vez no ha sido ‘bien queda’, como le criticó Pelayo hace solo dos días. “A mí este código me cuesta… no estáis feas ni mucho menos, es cuestión de gustos y es una cosa muy subjetiva. No puedo decir que mi compañera haya hecho un mal trabajo pero no es una estética que a mí me fascine. A mí me cuesta mucho el ‘too much’, el brillo con brillo, a mí personalmente no me gusta”. A estas apreciaciones, Cristina ha respondido con un “he hecho un ‘Ferrá Adriá’, y he hecho una fusión entre Bilbao y Benidorm”. Y se ha quedado más ancha que larga.

Al menos, esta vez los tuiteros no han sacado parecidos razonables con películas de terror.