Lo suyo podría haberse quedado en un mero intento. Una oportunidad, como tantas otras, que no termina de cuajar. Lejos de rendirse, hizo de su presencia algo especial. Se llevó la actualidad a su terreno y consiguió, no sin dificultad, asentarse en la parrilla. ¿Cuál es el secreto de Paz Padilla? Su tirón entre el público la ha convertido en la nueva reina de la audiencia. El mecanismo secreto de Mediaset -como antes lo fueron Belén Esteban o Terelu- para despertar cualquier tipo de programa. Querida igual que criticada, Paz Padilla tiene cuerda para rato...

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Paz Padilla 08

Entender el éxito de Paz Padilla no es difícil. En un mundo tan acostumbrado a la distancia y la jerarquía como el televisivo, la presentadora ha tomado partido por los espectadores. Es una más. O al menos, así se ve ella misma -y, seguramente, también el público-. Heredera de la tradición campechanista, tira de naturalidad, de improvisación y de complicidad con lo que sabe que gusta. Es cercana, bromista y chistosa. Y le funciona como a nadie. Tal vez por eso los colaboradores no han conseguido digerirla. Es uno de ellos pero, a la vez, no lo es. Está y no está. El misterio llevado a la pantalla.

Paz se maneja con soltura en su registro. Ha protagonizado algunos de los momentos más delirantes de los últimos tiempos, recuperando lo que, en esencial, hizo que Sálvame enganchase. Diversión, locura y una pizca de maldad. Entre tanto dramón made in Lapiedra incluso resulta un alivio. Si lo que hace o siente es real o impostado todavía no lo tenemos claro. La cuestión es que funciona. Algo que, desde luego, no ha pasado desapercibido para la cúpula de Mediaset. De sustituta ocasional ha pasado a erigirse como el arma más efectiva para atraer a la audiencia. La nueva estrella. El nuevo 'belenazo'.

En su haber cuenta ya con el récord de temporada de Mi casa es la tuya en la primera de sus visitas -tan bien funcionó que incluso le dejaron montar su propio especial titulado, claro, La gente de Paz-, récord también con Planeta Calleja y un más que buen dato en su 'infidelidad' con Pablo Motos en El Hormiguero. Sin contar las innumerables tardes al frente de Sálvame, la Chusa de La que se avecina y los especiales navideños. Paz Padilla está allí donde Vasile la necesite. Dispuesta a salvar la papeleta con nota. Y lo mejor: sin que se note.

No es un secreto que el fenómeno OT ha hecho que el resto de cadenas se pongan las pilas para llevarse su trozo del pastel. Toca renovación tras muchos años repitiendo el mismo patrón. ¿Será Paz Padilla la encargada de sostener parte de este peso? Viendo su trayectoria, a nadie le extrañaría que acabase con su propio programa en prime time, su propio show en fin de semana o viajando hasta la isla para empujar el share de Supervivientes. Le falta un reality y, seguramente, lo ganaría. No hay quién pueda con ella. Vamos a tener que empezar a hablar del 'pazpadillazo'.

Tal vez solo se trate de un espejismo momentáneo. La televisión es así de cruel. Un día arrasas y, al siguiente, buscan a alguien para ocupar tu puesto. Paz es, ahora, una apuesta segura, más allá de los formatos, los tiempos y el público. Funciona siempre y bajo cualquier circunstancia. Eso no es fácil de encontrar. Ni siquiera en Mediaset.