Tras ver a Nina anoche en nuestras pantallas, solo podemos pensar una cosa: el agua de TVE viene directa de la fuente de la eterna juventud. La cantante reapareció IGUAL que hace 15 años, cuando se hizo popular para una generación que tal que vez era demasiado pequeña cuando nos representó en Eurovisión en el año 89.

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Nina estaba exactamente igual, ni con más arrugas, con los mismos rizos, la misma energía y la misma talla. ¿Cómo es posible que una persona no haya cambiado un ápice en estos 15 años? ¡Si le contáramos a ella todo lo que se ha transformado en nosotros en estos 180 meses no parábamos! El comentario de la noche en redes hacia referencia a su exultante juventud, ahora que acaba de cumplir los 50 años. Un caso muy similar al de Jordi Hurtado, cuya broma se ha convertido algo tan recurrente que hasta los propios de TVE lo han empezado a usar en sus series, como el ‘Ministerio del Tiempo’. Si él atraviesa una puerta del tiempo cada día que le toca grabación de ‘Saber y ganar’, anoche Nina recorrió el mismo camino.

La cantante catalana, a pesar de haber triunfado a finales de los 80 con su representación de España en Eurovisión, de verdad supo lo que era el éxito cuando cambió la historia de la televisión dirigiendo la Academia de ‘Operación Triunfo’. En sus manos estuvo el salvar cada semana a un participante, de darle la buena noticia a uno de ellos de que podía cruzar la pasarela y reunirse con sus compañeros. Se convirtió en la confesora de los chicos; cuando alguno necesitaba desahogarse, acudía a ella, que siempre tenía una palabra de aliento y comprensión. Ella ya había pasado por todo eso.

Nina ayer eclipsó a sus ‘niños’, quienes, gustosos, cedieron parte del protagonismo.