Por ROCÍO BARROSO

 

Su elegancia, mirada enigmática y medidas de infarto siguen haciendo de Nieves Álvarez un reclamo indispensable en el mundo de la moda, en el que ya lleva 22 años. La modelo y presentadora, icono de estilo por excelencia, toma el relevo de Maribel Verdú y Silvia Abascal como embajadora de Rochas y nos cuenta cómo vive este momento profesional, en el que ha pasado con éxito la barrera de los 40, así cómo prepara las navidades en compañía de sus tres hijos, Adriano, Brando y Bianca, y su marido el fotógrafo Marco Severini,  con quien parece que no atraviesa ninguna crisis matrimonial.

 

¿Cómo te has visto en el anuncio?

Ha sido un anuncio muy bonito con un gran equipo que ha creado esa magia. Yo lo grabé en un Chroma verde y no he visto nada, he trabajado en el vacío. Y todo el mundo tenía mucha ilusión porque sabía que estábamos haciendo algo distinto, muy bonito y muy mágico. Ha sido uno de estos trabajos que nos olvidas.

 

Tienes un gran parecido con Angelina Jolie…

Hoy es la novedad, lo han comentado todos. En el último plano me parecía muchísimo. Me han dicho muchas veces que me parezco a ella pero es la primera vez que es tan generalizado. Para mí es un placer parecerme a una mujer tan bella como Angelina.

 

¿Qué te han dicho en casa cuando lo han visto?

Les encanta, sobre todo a la niña, por la magia y el palacio que  es tan de cuento que te trasmite mucha magia y elegancia. Para mis hijos soy la princesa ‘Frozen’.

 

Compaginas tu trabajo con la maternidad ¿Tus hijos te dan mucha guerra?

Son mi regalo. Me dan tarea pero me dan mucha felicidad, al final me compensa más la felicidad que me dan mis hijos con la tarea. Cuando eres madre sabes a lo que te enfrentas. Tu vida cambia desde el momento en el que nacen. Ellos son los protagonistas de todo en tu vida: de tus decisiones, aquello que haces lo haces pensando en ellos, te condicionan ciertas cosas… pero son lo mejor que tengo en mi vida, lo más bonito y más mágico.

 

Teniéndote a ti como referente ¿Tu hija es presumida? ¿Se preocupa por su imagen?

Es una niña muy femenina pero le gusta jugar y tirarse al suelo como cualquier niña. Combina muy bien los colores, aprendo mucho de ella en este sentido. Me sorprende lo bien que lo hace.

 

¿Te da miedo que llegue a obsesionarse?

No, para nada. Va de uniforme y el resto juega al tenis o va a clases de flamenco. No está pendiente de cómo vestirse, sabe lo que hay que ponerse. Sí que me dice lo que le gusta o no. Mi hijo Brando también me lo dice y al mayor le da más igual, él iría vestido de futbolista todos los días. Pero son niños y se visten como niños. Es lo que más me gusta de ellos, su inocencia.

 

¿Cómo vais a celebrar la navidad?

En familia y con amigos disfrutando de los niños y de cómo viven la Navidad. El otro día ya pusimos el árbol y el Belén. Ya han hecho la carta a los Reyes Magos, que la van cambiando incluyendo nuevos regalos y a mi me hacen mucha gracia. Cuando les veo con esta ilusión no puedo evitar sonreír. Su padre ha propuesto irnos de vacaciones hasta después de Reyes y fue un escándalo familiar. “Todo el año esperando este momento y tu quieres que no estemos en Madrid” le decían. Lo viven con mucha inocencia y mucha ilusión.

 

Dicen que las modelos tienen una carrera muy corta, tu eres una excepción…

No tanto. Hay muchas modelos, incluso de generaciones anteriores a la mía, que están trabajando como yo. Naomi sigue desfilando, Linda Evangelista protagoniza una campaña de cosméticos… Creo que cuando alguien ha trabajado duro, fuerte y se ha labrado su carrera a nivel profesional al final siempre encuentra un hueco donde seguir sin perder la ilusión y las ganas por hacer cosas nuevas y bonitas. Y yo eso no lo he perdido. Esto es quizá lo que me mantiene 22 años en esta profesión.

 

Profesionalmente, cumplidos los cuarenta ¿Cómo estás viviendo esta etapa?

Siendo eternamente agradecida. Vivimos en un momento en el que tener trabajo es un lujo y un privilegio. Soy una privilegiada y me despierto todos los días con una sonrisa, ilusión, con ganas de trabajar y seguir aquí. Puedes tener suerte, pero la suerte te la tienes que trabajar y demostrar que vales para eso. Me surgen oportunidades, me arriesgo, me preparo e intento demostrar que valgo. 

 

¿Te asustó cumplir los 40?

No, nunca me ha importado la edad. Quizá porque en mi profesión te marca mucho la edad. Cuando empecé me decían a partir de los 23 ya eres mayor y vives con esa obsesión. A veces veces mentía con la edad que tenía cuando iba a los castings. Tengo 40 años pero ¿Y qué? No me limita para hacer determinadas cosas, vivo la vida y soy feliz haciendo cosas que puede hacer una persona mas mayor o una chica más joven. No me condiciona tener 40 años, no los cambio por mis 20. Puedo volver a los 30 con la experiencia de los 40 y hubiera hecho muchas más cosas.

 

¿Por ejemplo no estar acomplejada por tus labios?

Eso fue en el colegio. Los niños somos algo crueles y siempre me decía algo. Pero luego en el trabajo descubrí  que era un don y les saqué ventaja.

 

¿Qué diferencias destacarías de la Nieves de 20 años a la de ahora?

He aprendido lo que me ensañaron mis padres, que para conseguir las cosas en la vida tienes que luchar mucho. Soy una persona muy agradecida, no me he creído nunca nada por hacer una portada de Vogue París. La vida te pone arriba y abajo y los que están son tu familia y tus amigos, y a ellos son a los que hay que cuidar mucho.

 

Aparte de agradecida, fuerte y generosa. Supiste convertir tu trastorno alimenticio en una ayuda para mucha gente…

Eso queda bastante lejano. Ese libro siempre estará ahí para ayudar y dar esperanza y luz a aquellos que sufran esa enfermedad.

 

¿Te consideras una mujer fuerte?

Soy una mujer fuerte que lucha y tengo mis bajones como todo el mundo. Hay momentos en el que piensas que no puedes salir y sales. No me rindo fácilmente, soy cabezona y lucho por lo que quiero.

 

¿Un deseo para 2015?

Mucha salud para mi y para todos. Con salud podemos disfrutar del resto.