El cine y la televisión no volverán a ser los mismos sin Burt Reynolds. Durante décadas fue la encarnación del hombre rudo, del héroe de acción, del macho. Su bigote poblado, sus formas al andar y su arrolladora presencia le convirtieron no solo en una estrella en la pantalla, sino también en uno de los grandes sex symbols de Hollywood. Su carrera alcanzó la gloria durante los 70 pero continuó reinando gracias a las series, la música y su intensa vida personal…

Con la muerte de Burt Reynolds se ha ido una estrella. Las últimas apariciones del actor habían hecho saltar las alarmas. Un aspecto visiblemente desmejorado y dificultades a la hora de desplazarse habían preocupado a sus muchísimos seguidores. A los 82 años, el intérprete fallecía en un centro médico en Jupiter, una localidad del norte de Miami, a causa de un paro cardíaco. Las reacciones, tanto por parte de los fans, como por algunos de sus compañeros no se hacían esperar.

Reynolds supo combinar a la perfección las películas y series de acción con una faceta más romántica. Junto a Dolly Parton -una de las primeras en lamentar la pérdida del actor-, Goldie Hawn o Julie Andrews protagonizó comedias que le catapultaron a lo más alto de la taquilla. Con todo, fue Deliverance la película que le llevó hasta la fama. En su carrera, éxitos, algún fracaso y decisiones que no quiso tomar y hubiesen cambiado el curso de la historia. Pudo ser Han Solo pero no quiso. Harrison Ford todavía debe estar agradeciéndoselo.

Brilló en los 70, supo reciclarse en actor de televisión y reconoció que no hizo más porque no supo cambiar de registro. Eso sí, fue uno de los primeros en protagonizar un desnudo integral que causó sensación. Nos toca despedirnos de las grandes leyendas. Sin duda, nadie lucirá el bigote como Burt.