Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

¿Queda alguien en el mundo que dude que entre estos dos hay algo más que una bonita amistad? Miley Cyrus ya pasea de la mano de su novio, Patrick Schwarzenegger, sin temor a esconderse.

 

Si algo podemos aplaudirle a Miley es lo valiente que es con cada una de sus relaciones. La joven siempre ha actuado con total naturalidad cuando ha tenido pareja y jamás ha jugado al despiste cuando ha visto que la perseguían fotógrafos. Entiende que para llevar una vida normal y corriente, lo mejor es actuar como haría una joven de 22 años. Nada de taparse la cara, ni de quedar en un sitio con su novio y entrar por separado… Eso no va con ella. Miley es más natural que todas estas cosas.

 

Y para muestra, un botón. Este fin de semana, uno de los más familiares para los estadounidenses, disfrutó de algún tiempo con su nuevo chico y unos amigos, con quienes salieron a dar un paseo por Malibú. Ella, cogida de la mano de Patrick, lucía un look de lo más noventero, falda de cuadros larga, crop-top y mochila. Él, mucho más sobrio, optaba por el todo al negro.

 

Sin que se le borrara la sonrisa de la cara, Miey paseó y disfrutó de la tarde con su chico, ese con el que lleva saliendo, que sepamos, desde hace menos de un mes, y al que ya besa en público e invita a sus loquísimas fiestas.

 

Cada pasito que da esta joven pareja los hace estar más encaminados en su relación. Probablemente, lo próximo sea conocer a la familia del otro, si no lo han hecho ya. Estamos convencidos que a Billy Ray Cyrus le caerá bien este joven con prometedora carrera en el modelaje, y que a Arnold le será simpática Miley. Le daríamos un consejo al actor de acción, que no crea que el león es tan fiero como lo pintan, y que, muy en el fonde, Miley sigue siendo esa niña que un día fue escogida por la compañía Disney para interpretar a Hannah Montana.