“¿Tanto me ha cambiado la vida?”, preguntaba Sara Montiel en una de sus películas, frase que también podría apropiarse Alba Carrillo dada la enorme evolución que ha sufrio su rostro desde la adolescencia hasta hoy. La vida no sabemos si la habrá cambiado, pero los médicos estéticos igual sí.

La filtración de una foto de una Alba casi niña, en plena adolescencia, cuando soñaba con ser modelo, actriz… famosa. Lo que fuera. Ha hecho que se aprecie bien la enorme evolución que ha tenido.

Artículo recomendado

¿De qué peca Alba Carrillo según Sandra Barneda?

DL u319492 022

No hablamos de ‘Supermodelo’, puesto que para entonces el rostro de la joven madrileña ya había sufrido su gran cambio: una operación de nariz. Cuando desfiló por la pasarela de Fiona Ferrer, Alba se había tumbado en la cama de un cirujano que transformó de arriba a bajo y de lado a lado esta parte de su cara, haciéndola más pequeña, delicada y chata. Una ‘napia’ por encargo, vamos. Fue una obra finísima de trabajo que la joven sacó rendimiento presentándose a numerosos castings, hasta que el reality de las maniquíes llegó a su vida.

Se ha dicho que, además de la rinoplastia, Alba también se habría puesto en manos de los doctores para modificar otras detalles de su apariencia. A simple vista, el rostro redondo con el que concedió sus primeras declaraciones a los medios ( un pequeño reportaje para RTVE, cuando hacía cursos de interpretación) no es el que tiene ahora. Es cierto que sus facciones siguen igual de dulces, pero ya no tiene una circunferencia perfecta como lucía antes. Para conseguir esto se puede lograr con la extracción de las bolas de Bichat, hechas de grasa y localizadas en la mandíbula, o con prótesis en la barbilla.

¿Más pómulos? Es posible. Se puede lograr con infiltraciones de relleno de ácido hialurónico, lo que lo convierte en un procedimiento menos intrusivo y agresivo, dado que este material es temporal. Así se dota al rostro de diferentes volúmenes.

Sabemos que antes de marcharse a ‘Supervivientes’ una de las últimas cosas que hizo, y de las más importantes, fue ponerse en manos de su clínica estética de confianza, donde se hizo una puesta a punto para lucir la mejor piel para estar sin gota de maquillaje. Una buena dosis de vitaminas para el rostro y este se vuelve resplandeciente.