Este es un consejo dedicado a todas aquellas que están pensando en presentarse a la próxima edición de ‘La Voz’: si lo hacéis, tratad de que Malú os escoja. Si la sobrina de Paco de Lucía os quiere en su equipo, ya habréis recorrido un enorme trecho y estaréis (casi) en la final. Y es que Malú, donde pone el ojo, pone la bala. Este año ha vuelto a demostrar su enorme olfato para el talento alzando a Irene Caruncho como la primera mujer en ganar el talent-show en España.
Irene, que se aleja del perfil de los anteriores ganadores del concurso, no tiene un estilo musical aflamencado. Aún así, la gallega tiene una voz tan importante y con tanta personalidad que es capaz de adaptar cualquier tema, sea del estilo que sea, al suyo propio.
Malú e Irene brillaron sobre el escenario compartiendo uno de los temas estrella de la consagrada artista. A dúo, coach y concursante, nos emocionaron cantando ‘Aprendiz’, la primera canción con la que España entera conoció a una jovencísima Malú, que aún era adolescente. Ahora este tema ha vuelto a llenar de suerte a una nueva promesa de la música.
Ha sido una final muy reñida, pues sus compañeros, Thais Rudiño, Carlos Torres y Mario Jiménez, no se lo han puesto nada fácil a Irene. Los participantes, además de emocionar en solitario, nos llegaron al corazón cuando compartieron notas con aquellos que confiaron en sus voces desde los castings a ciegas. Manuel y Carlos, los dos mano a mano, entonaron ‘Yo te vi pasar’, mientras que Thais estuvo acompañada por Alejandro Sanz en ‘Deja que te bese’; Melendi y Mario lo hicieron con ‘La casa no es igual’.
Además, la visita de otros grandes de música en castellano como Raphael, Pablo López, Sergio Dalma o India Martínez, hicieron de la final uno de los eventos televisivos.
Pero para momentazos el que vivimos cuando el equipo del programa tenía reservada una sorpresa muy especial a Manuel Carrasco. El artista será papá el próximo año y sus compañeros le dieron en directo un regalo de lo más tierno y acertado: una minicamiseta de ‘La Voz’, para que el bebé presuma de papá ‘coach’ nada más nacer. La guinda, en una noche en la que las emociones estuvieron a flor de piel.