Ayer por la noche no hacía falta poner la calefacción en el plató de 'El debate de GH' porque el ambiente ya estaba bastante caldeadito por sí solo: dos pesos pesados de esta edición que se tienen aversión mutua, Maite y Raquel, iban a respirar el mismo aire durante todo el programa.

Para rebajar un poco la tensión Jordi González anunció al inicio del programa que durante la grabación tendrían lugar tres novedades: los 'privilegiados' de esta semana recibirían una sorpresa 'muy familiar', los concursantes descubrirían quiénes son realmente los nominados de esta semana y alguien volvería a pisar Guadalix de la Sierra para llevar a cabo una misión. ¿Quién? Maite. ¡Tiembla, Guadalix!

 

El '3r grado' a Raquel

Raquel no ha sido una de las concursantes favoritas de esta edición (por eso es la tercera en estar en la calle, obviamente) y la cacereña recibió una buena 'somanta' por parte de los colaboradores que le criticaron hasta la sombra de ojos (literalmente: lo hizo Carmen Alcayde que le dijo que por ser guapa tenía que ser "más simpática, más cariñosa, más cercana y usar menos sombra de ojos". La relación entre unas cosas y la otra, solo la valenciana la sabe).

Pero seguro que el dardo que más le dolió a la eliminada fue el que le lanzó Nagore, que le preguntó directamente si, con ella fuera de la casa, pondría la mano en el fuego porque Suso y Sofía no se volvieran a liar. Raquel solo se mojó lo justo (hasta media pierna) y esquivó el dardo con un diplomático "yo no pongo la mano en el fuego por nadie, pero ahora no lo veo posible, sino (Suso) no me estaría mandado mensajes todo el rato".

De momento el 'rompebragas' de esta edición no parece querer volver a caer en las redes de Sofía y va por la casa como alma en pena evitando a la joven, tanto que ni en el jacuzzi se mete si está ella: "Raquel me pidió que no me acercara a Sofia por respeto. Y por lo menos hoy no me meto". Cuánto le durará el ataque de fidelidad al catalán, solo el tiempo (que en la Casa de Gran Hermano es como en el hiperespacio de 'Interstellar') lo dirá.

De momento, Suso lo tiene claro: le gusta Raquel porque le estaba "rascando poco a poco" y porque "se hacía respetar como mujer". Y en el Confesionario, confiesa: "Yo quería dormir con ella. Pero no 'dormir-dormir', sino 'dormir', ¿sabes, Super?". Si el Super sabe la diferencia entre 'dormir-dormir' y 'dormir', que nos la explique, por favor.

De momento Suso y Amanda parecen ser los únicos que echan de menos a Raquel en la casa. El resto pone en duda las estrategias poco acertadas de la cacereña.

 

Los nominados de esta semana: "Quique lo sabe todo"

La primera sorpresa del 'Debate' de esta semana se desveló pronto: congregaron a los concursantes en el salón para comunicarles los nominados de esta semana, ya que la lista no es la que ellos pensaban al tener Quique (otra vez) la posibilidad de salvar a un compañero.

El elegido fue Han, y la lista definitiva, como se les comunicó en directo queda tal que así: los nominados son Amanda, Suso y Quique, que mantienen su duelo personal por ver a quién de los dos prefiere la audiencia. 

 

Teléfon Rojo, llamada a Guadalix

Como avanzó Jordi, los privilegiados iban a recibir una sorpresa. Amanda, Marina, Han, Marta, Vera, Quique y Niedzela vieron a sus familiares en el plató y casi les da un soponcio. Entre todos tenían que decidir quién tendría la posibilidad, además, de hablar con el 'teléfono rojo' con alguno de sus familiares.

Lo echaron a 'piedra-papel-tijera' para decidirlo de la forma más democrática posible y ganó Marina. Encima hacía dos días que había sido su cumpleaños, así que su regalo fue hablar con su novio que prácticamente no pudo articular palabra mientras ella le mandaba recuerdos para todo el mundo en lo que fue una de las llamadas más aburridas y con menos tensión sexual de la historia. Aquello no parecían dos novios que llevaban dos semanas sin verse sino dos abuelos que se recuerdan que tienen que ingresar el recibo de la luz.

 

Maite vuelve a la Casa con un espíritu a cuestas y 25 ovejas

La conductora de autobuses, el azote de Raquel, volvió a la casa en versión pastora para formar parte de la prueba semanal.

Como se decía Maite a sí misma y a las ovejas que la rodeaban: "no temáis, llega la elegida de Dios otra vez a Guadalix". La elegida de Dios (siempre según ella) debía dirigir a 25 ovejas por toda la casa mientras los concursantes la observaban, ojipláticos, desde 'el Confesionario' sin poder interactuar con ella.

Maite tenía el poder de escoger a una personas que debería limpiar los excrementos que soltaban las ovejitas por toda la casa. ¿Y a quién escogió? Sorpresa: a Suso.

Al catalán le sentó fatal, por cierto. Y amenazó con no recogerla, a riesgo de perder la prueba o que lo echaran del programa alegando que por qué no metían a su madre y sí a la madre de Sofía, lo que provocó una tremenda pelotera dentro de la Casa entre Suso y Marta, Aritz y Vera, que han hecho frente común contra el catalán que, al final, ha optado por el bien del grupo y, escoba en mano, ha barrido pacientemente caca a caca, toda la casa no sin antes dejar, eso sí, un mal rollazo tremendo a sus compañeros.