Lydia Lozano en exclusiva: destapamos las fotos inéditas de su polémico verano con Charly

Feliz, despreocupada, sin pensar en nada, Lydia se embarcaba en su yate de ensueño para vivir las vacaciones que tanto necesitaba. ¿Quién podía imaginar que, en su ausencia, se iba a convertir en el centro de la noticia? La colaboradora dejaba su silla en 'Sálvame' durante unos días y la cambiaba por una tumbona al sol y un mar fresco donde chapotear hasta la hora del aperitivo.

La colaboradora, ajena a las miradas, aprovechaba los primeros días para lanzarse al mar y, a la vez, ponerse las gafas de sol. Toda una proeza que ningún otro ser humano es capaz de recrear. Igual no terminaba de conseguirlo bien pero es que Lydia es mucha Lydia.

Lydia y Charly recuperaban el tiempo perdido por el intenso trabajo de la colaboradora y no dejaban perder ocasión para disfrutar el uno del otro. Eso sí, con todas las medidas para no alejarse mucho del barco y mantenerse a flote, que con la corriente  no siempre es fácil.

Experta en el arte de la identificación del fotógrafo, Lydia señalaba a la lejanía, tal vez, imaginando hipotéticos fotógrafos que inmortalizaban sus chapuzones. Por suerte, erró el tiro. ¿O habría avistado tierra para poder descansar de cara a la cena?

Mientras Lydia descansaba plácidamente, agotada de un intenso día nadando, Charly se acercaba a cantarle, un poco, las cuarenta. El arquitecto parecía molesto por algo y no quiso guardárselo para él. Eso sí, el pequeño enfado duró poco.

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¿Quién no muere de ganas de coger el petate y enrolarse en el viaje marítimo de Lydia Lozano al ver esta foto? Junto a su inseparable amiga tiktoker, Lydia se lo ha pasado bomba. Risas, bailes, chumineros y lo que haya hecho falta. Si es que para divertirse no hay nadie como la Lozano.

Si conocíamos a la Lydia bailonga, a la Lydia sentida y a la Lydia enfadada, ahora hemos descubierto a la Lydia deportiva. Gracil y flexible, así se lanza al mar una estrella.

Pelo suelto, nada de maquillaje y una espontaneidad como pocas veces, así es Lydia Lozano fuera de las cámaras. La colaboradora no tiene miedo a mostrarse tal como es y, desde luego, no tendría por qué tenerlo. ¡Está estupenda!

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Tras mil y un saltos, mil y una risas, Lydia se sienta reflexiva, pensando en el porvenir, en la suerte que tiene de tener a su marido a su lado y en todo lo que le espera a su regreso a 'Sálvame'. Nunca unas vacaciones en barco habían dado para tanto. Claro que nadie como Lydia para hacer que todo sea mucho más especial.