Es ver las fotos de las merecidas vacaciones de Lydia Bosch y experimentar envidia por partida doble. Primero, porque nos vienen unas ganas irrefrenables de verano y de playa. Y segundo, por los excelentes genes de la actriz que, aún convaleciente de su grave lesión en la pierna, ha conseguido mantenerlo tonificado y en una forma física increíble.

Lydia se rompía el pie izquierdo en diciembre, justo el último día del rodaje de la última serie en la que ha participado 'La verdad', donde ha coincidido con Jon Kortajarena. Desde entonces, es inseparable de su muleta con la que se ayuda para caminar. La actriz posaba en un bikini bicolor desde una playa de aguas cristalinas de un paraíso terrenal del que no ha querido desvelar las coordenadas. Y lo hacía luciendo un físico estupendo y, no solo eso, sino mantenido con mucho mérito, porque no es fácil tener un cuerpo tan sensacional con una lesión como la que sufrió. A sus 53 años, no se le acumula ni un gramo de grasa de más en lugares conflictivos. Con lo poco que le cuesta al 'flotador' acomodarse en el cuerpo durante el invierno, ¿verdad? Está claro que Lydia no tiene ese problema y que tiene una genética estupenda.

A la intérprete estos días de vacaciones le han sabido a gloria y escribía: "Cómo necesitaba estas vacaciones... ¡De vuelta, con las pilas cargadas!". No solo ha aprovechado para cargar pilas, sino para disfrutar de estos días mágicos junto a una de las personas más importantes de su vida, su hija mayor Andrea, fruto de su relación con Micky Molina.