Lucía Parreño saltó a la fama sin esperárselo. Ella, que ni hizo casting para entrar en GH, que no esperaba para sí misma un futuro como concursante de realities ni como contertulia, ni mucho menos como cantante, se convirtió, de la noche a la mañana, en una de las personas más famosas del país y todo gracias a uno de los triángulos amorosos más complicados de la televisión, el que protagonizaron ella, Omar y Paula. Tes años más tarde, su vida no puede ser más diferente y, para colmo, ahora vende pisos.

Efectivamente, Lucía ha pasado de vender ropa en una cadena de tiendas a inmuebles. Y, entre medias, hasta lo ha petado en la industria musical. Con varios singles a sus espaldas que nos pusieron a todos a bailar ahora ha demostrado que ella es una chica polifacética capaz de reinventarse ante cualquier circunstancia.

Cuando tocó aprovechar la ola de la fama tras GH, la aprovechó, cuando se tuvo que marchar a Honduras y participar en ‘Supervivientes’, lo hizo y ahora, cuando ha habido que ceñirse a una oficina y buscar clientes, lo ha hecho. No fue solo superviviente en la isla, sino también en su vida personal.

Se trata de un empleo que ella desempeña gustosa pues lo comparte con buenas amigas que, curiosamente, también salieron del formato de convivencia. Desde hace unos meses ella trabaja codo con codo con Clara Toribio, de GH 17, y ahora también lo hace con Marta Peñate, de GH 16. Tres ediciones diferentes de concurso unidas en una misma oficina.

Desde este este año, Lucía y Omar, que vivieron con mucha intensidad su relación que nació antes de entrar en la casa de Guadalix, ya no están juntos.