El 17 de junio se estrena por fin ''Lina', producción original de Movistar Plus+ en colaboración con 100 Balas (The Mediapro Studio), que funciona como el retrato profesional y personal de Lina Morgan, sin duda la reina de la comedia popular en España. "'Lina' es una docuserie de tres episodios donde descubrimos a una mujer única hecha a sí misma desde cero con unas capacidades únicas sobre las tablas y para los negocios y una influencia en el público que muy pocos artistas han podido alcanzar", ha comentado Alejandro Flórez, productor ejecutivo de 100 balas. "Logró audiencias en televisión que no se han repetido desde entonces, llegó a comprar y triunfar con su propio teatro... Es un ejemplo a seguir. Pero, sobre todo, Lina fue y será siempre uno de los iconos más queridos por el público español".
Debido a su discretísimo carácter, y al hecho de que nunca llegó a casarse o tener hijos, la prensa comentó a menudo que Lina había antepuesto totalmente su carrera profesional a su vida personal. Hasta insinuaron que era lesbiana, cosa de la que no existen pruebas. Y aunque es verdad que la artista se desvivía por dar lo mejor de sí misma en cada proyecto, también lo es que consideraba su pilar fundamental a su humilde familia y que experimentó el amor de pareja en unas cuantas ocasiones. Más veces de las que los periodistas llegaron a enterarse, a decir verdad.
"Si salgo con un señor con el que no quiero que me vean, voy a un sitio en el que no hay periodistas, que en Madrid hay montones", comentó ella una vez. "Yo, además, soy mujer de pocas entrevistas, y si alguna vez me he encontrado con alguien pues le he dicho 'por favor, no me hagáis nada con este señor porque nos podéis perjudicar, y no me lo han hecho".
Toda una rompecorazones
Su primer novio oficial fue el actor Manolo Zarzo, con el que empezó a salir cuando ella tenía 14 años y él 16, mientras ambos formaban parte de una compañía infantil llamada Los Chavalillos de España. "Era una relación muy bonita, rosa, de niños… De rozarse una mano al salir o entrar del escenario y emocionarse durante toda la tarde", comentó la actriz sobre un escarceo que no duró más de cinco o seis meses. Luego se ennovió con un chico, Juan Carlos, cuyos padres eran dueños de una conocida tienda de electrodomésticos, pero la cosa se fue al traste al cabo de tres años porque a sus suegros no les hacía ninguna gracia que su retoño saliera con una chica que hacía espectáculos de variedades.
Cuando ya empezaba a darse a conocer como actriz, la madrileña fue seducida por varios deportistas. "A finales de los cincuenta, Lina se enamoró perdidamente de un conocido jugador del Atlético de Madrid, A., que llegó a ser internacional por España, y luego tuvo algo con un par de futbolistas más: con uno del Plus Ultra, equipo colaborador del Real Madrid, y con Gustavo Biosca, con el que se dejó ver varias veces en el tablao Los Tarantos", comenta a nuestra revista su biógrafo, Jesús García Orts, que en 2025 publicará una edición revisada y actualizada de su libro 'Lina Morgan. De Angelines a Excelentísima Señora'.
Más tarde, Lina se dejó querer por el empresario ganadero José Martínez Uranga, alias ‘Choperita’, entonces casado con otra mujer. Esta relación fue tan importante para ella que, según gente de su entorno, la actriz llevó en su cartera, hasta el final de sus días, una foto del susodicho. “La historia duró ocho años”, apuntó ella en una entrevista en la que no quiso mencionar su nombre. “Yo trabajaba entonces en el teatro y él tenía también una carrera muy importante; una u otra se iban a resentir si seguíamos adelante y lo dejamos. Creo que el tiempo nos ha dado la razón, porque los dos hemos conseguido grandes logros en nuestras carreras”.
Su último novio
Después intercambió algunos arrumacos con un empresario zaragozano, llamado Martín, que al parecer estuvo a punto de arruinarse por ese afán suyo por conquistarla vía costosos regalos. También tonteó con el actor Tomás Picó, que trabajó en su compañía,y con José Sacristán, junto al que descubrió un mundo que desconocía y se volvió algo rojeras. "Lina y yo flirteamos durante un tiempo, pasamos unos mesecillos saliendo juntos, tomando copichuelas e intercambiando conversaciones y pareceres", reconoció el de Chinchón en un programa de televisión.
Su último compañero sentimental fue el productor de cine Julián Esteban, con el que estuvo saliendo hasta 1985. También él estaba casado, algo de lo que todo el mundo era consciente —siempre acudían juntos a los estrenos y cuando tocaba posar en el photocall, se separaban rápidamente—. Por respeto tanto a su familia como a la de su amante, y porque además era una mujer de valores tradicionales, siempre rechazó compartir techo con él —como también ocurrió en el caso de Choperita—. Y aunque decía que le habría gustado tener hijos, no tuvo la oportunidad de lograrlo. "Estoy rodeada de las personas que me quieren, vivo mejor de lo que esperaba y no tengo de qué quejarme. Yo lo paso muy bien viviendo. Emocionalmente estoy tranquila, y tengo la soledad de la que quiero disfrutar", confesó Lina cuando, ya en su etapa madura, le preguntaron por su condición de mujer soltera.
Cuando en 1995 su hermano José Luis, al que estaba especialmente unida, falleció por complicaciones derivadas del sida, se sumió en una depresión. Aun así siguió trabajando, e incluso cosechó algunos de sus mayores éxitos televisivos, y no fue hasta los primeros años del nuevo milenio cuando comenzó a apartarse del foco mediático. A raíz de la muerte de su hermana Julia en 2012, Lina se sintió hundida y fue perdiendo las pocas ganas de socializar que le quedaban. En 2013 tuvo que ser hospitalizada tras enfermar de neumonía. Fue entonces cuando habló con su chófer y mano derecha, Daniel Pontes, y le dijo que a partir de ese momento no quería recibir ya más visitas, para que nadie pudiera presenciar su deteriorado estado físico.
Final controvertido
Lina escapó aquella vez a la muerte, pero el cáncer de garganta con el que llevaba años lidiando —le fue diagnosticado mientras trabajaba en la serie 'Hostal Royal Manzanares', aunque la prensa tardaría bastante en enterarse— se la llevó por delante en agosto de 2015. Fue entonces cuando se publicó que, aunque la actriz tenía tres sobrinos, no mantenía contacto con ninguno de ellos, lo que llevó a que Pontes, su tutor y el hombre que estuvo a su lado en los peores momentos, fuese nombrado heredero de todos sus bienes, junto a su chófer de toda la vida, Abelardo González.
"Lina, lo que se dice relación familiar, solo tuvo con sus padres y sus dos hermanos", señala la periodista Joana Morillas. "A las sobrinas las trató cuando eran niñas porque su madre iba a verla al teatro. Posteriormente, cortó todo el contacto con su cuñada y sus sobrinas. Si partes de esto, es fácil entender que, tras el fallecimiento de sus hermanos, su vida se redujera a su chófer, a quien nombró heredero. Era una mujer muy cerrada y se quedó sola, aislada".