Saint Tropez fue de nuevo el escenario escogido para la concurrida fiesta benéfica que Leonardo Di Caprio da todos los años con el objetivo de recaudar fondos para su fundación medioambiental. El evento se saldó con mil asistentes, 40 millones de dólares recaudados y un desfile de millonarios, personalidades del mundo del cine y el entretenimiento y modelos que no veríamos ni en el mejor festival de cine.
Naomi Campbell, John Legend, Michelle Rodríguez, Tommy Hilfiger, Goldie Hawn y Adrien Brody son algunos de los nombres que no quisieron perderse el fiestón Di Caprio.
Todo famoso que se precie sabe que, de vez en cuando, tiene que dar alguna fiesta benéfica para recaudar fondos. Queda bien en los medios, les ayuda con los temas de los impuestos, y se aseguran pasarse un buen rato con mucho alcohol caro y toneladas de glamour. Todo el mundo sale ganando.
Antes del fiestón, tuvo lugar la subasta. Todo ello en una carpa instalada en los viñedos de Domaine Bertaud Belieu. En ella se pujaba por 'experiencias únicas' y se alargó hasta las 2 de la madrugada (una hora más de lo previsto). Entre los objetos subastados había un Rolex del propio Leo, dos conciertos privados de Elton John (por los que se pagaron 3 millones de dólares), obras de Bansky y de la colección personal de Andy Warhol e incluso la casa de Di Caprio en la isla de Belice, adquirida por el broker Tom Barracj por once millones de dólares.
Una vez los asistentes habían puesto su millonario grano de arena en el proyecto del actor para salvar especies en peligro crónico (rinocerontes, tigres, gorilas y tiburones), la fiesta ya podía empezar. Según cuentan había modelos por todas partes (predominaron las trasnparencias y se vieron vestidos de noche bastante extremos), en la pista había tanta gente que no se podía ni bailar, pinchó Dj Cassidy y cerró el evento Chris Rock imitando a Michael Jackson.
Con semejante panorama solo nos queda saber si los asistentes aún siguen padeciendo los efectos de la resaca.