Laura Sánchez había solicitado ante el juez la custodia de su hija Naia (7), que ahora tiene su ex, el exfutbolista Aitor Ocio. Pero la justicia le ha dado la razón al padre de la niña, que seguirá viviendo con él en Bilbao. A pesar de perder la batalla, Laura supo mantener el tipo y la sonrisa ayer en Barcelona, donde recibió el premio a la 'Mejor Sonrisa del Año'.

La historia de Laura y Aitor se remonta al año 2004, cuando comenzaron una relación que se completaría dos años más tarde con el nacimiento de su hija, Naia. Pero su felicidad se truncó en 2007, cuando pusieron fin a su vida en común. Comenzó entonces una guerra por la custodia de la niña, que los dos reclamaban y que acabó en los tribunales.

En el primer convenio regulador, firmado en septiembre de ese año, se acordó que la niña pasaría con su padre los días laborables y con su madre los festivos, para no alterar su asistencia al colegio. Pero los problemas entre la expareja llevó a Aitor Ocio a solicitar, dos años después, la guarda y custodia de la niña para él. Laura Sánchez, a la vez, solicitó la custodia de la niña en exclusiva y el traslado de la niña a Madrid y una prueba psicológica a Naia para valorar los cuidados del padre.

La sentencia dictada en febrero de 2010 otorgaría la custodia compartida de la niña, que se ejercería en Bilbao. Pero ambos apelaron solicitando la custodia en exclusiva e intercambiando graves acusaciones sobre el cuidado de la niña.

La siguiente vista judicial se celebró en mayo de 2011 y en ella Laura retiró su demanda de guardia y custodia. Un mes después, el juez se reiteraría, dictaminando que la guardia y custodia de la niña fuera de nuevo compartida y ejercida en Bilbao.

El último capítulo de esta historia se ha vivido esta semana cuando el juez ha vuelto a negar a Laura la posibilidad de quedarse con la custodia de su hija en exclusiva. Una nueva batalla que pierde la modelo.